De cara al proceso electoral de 2012, el senador Gustavo Madero Muñoz, aspirante a la dirigencia nacional del PAN, acusó al PRI de ser un lastre en la transición democrática, pues no ejerce todo su capital político, que es mucho, en favor del avance del país.

Como oposición, resaltó que el tricolor ha tomado decisiones en función del costo electoral, y no por el beneficio de la población. Trata de vender, en una mecánica populista, que ayuda a las mayorías, cuando en realidad lo que busca es sólo su voto y su apoyo en los comicios, apuntó.

En entrevista, agregó que el PRI se convirtió en un aparato electoral, lo cual lo ha hecho perder la vocación de construir un país moderno, democrático y próspero, lo que se puede observar en el Congreso, donde eleva el costo de las reformas y las complica o diluye.

En contraposición, consideró que su partido es el mejor preparado para ayudar a México a superar la transición democrática inconclusa y lerda que vive.

Reconoció que el PAN tiene frente a la ciudadanía el reto de demostrar no sólo con argumentos, sino con resultados, que lo que hace es precisamente lo que el país necesita para solucionar de raíz sus problemas.

Madero añadió que algunas dificultades del blanquiazul tienen que ver con falta de unidad y organización, y admitió que requiere mayor capacidad para acercarse a la población. La buena noticia es que corregirlo depende de los propios panistas.

Ex vicepresidente del Centro Empresarial de Chihuahua y antiguo miembro del consejo de administración de la empresa Vitro, el legislador recientemente renunció a la coordinación de los senadores del blanquiazul para contender por la dirigencia de su partido.

Recordó que los tres principales institutos políticos renovarán sus presidencias en los próximos meses, y que hacerlo de la manera más democrática permitirá a Acción Nacional salir fortalecido y tener una mayor competitividad electoral en 2012.

Agregó que apoya las alianzas electorales con otras agrupaciones y afirmó estar convencido de que todos cabemos en el PAN, lo cual le permitirá salir con redoblado entusiasmo después del 5 de diciembre, cuando se elegirá al sucesor de César Nava.

Dijo que hablar de alianzas dentro de su partido implica reconocer que no hay panistas de alcurnia o arribistas. Todos tienen una pertenencia a esta organización y los necesitamos a todos, aseveró.

Es necesario construir consensos para obtener el voto de 75 por ciento de los consejeros nacionales, quienes eligen al presidente del PAN, abundó. Consideró que el proceso de elección está diseñado para garantizar la construcción de una mayoría amplia.

Para que este instituto tenga más simpatizantes y adeptos, refirió, debe abrirse, tener una afiliación más constante y con menos obstáculos para integrar a ciudadanos y líderes sociales. Señaló que con una mayor apertura del PAN todos ganan.

Opinó que tiene un incentivo perverso reducir los espacios en el blanquiazul. Yo quiero invitar a más jugadores y que haya más sillas para todos, dijo.