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Condena a funcionarios que tienen una visión jacobina

El Estado laico no necesita de seudodefensores, dice la arquidiócesis
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de octubre de 2010, p. 10

La Arquidiócesis de México afirmó que se equivocan totalmente quienes, con una visión jacobina, piensan que un ministro de culto no puede hablar abiertamente de los asuntos públicos o que lo ciudadanos en general no pueden defender sus principios religiosos.

En el editorial de su semanario Desde la Fe, el arzobispado manifestó que “el Estado laico es una realidad consolidada y, por tanto, no necesita de seudodefensores que sólo abanderan de manera demagógica la protección del principio de laicidad –pues representa para ellos una plataforma político-electoral–, sin percatarse de que al proclamar la vulnerabilidad del Estado, lo único que logran, paradójicamente, es debilitarlo”.

La crítica de la arquidiócesis ocurre unos días después de que el Gobierno del Distrito Federal formalizó su queja ante la Secretaría de Gobernación contra el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, a quien responsabilizó de violar el artículo 130 constitucional por sus cuestionamientos a las reformas que legalizaron los matrimonios entre personas del mismo sexo y la posibilidad de adopción. Además de la denuncia presentada en agosto ante el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal por el jefe del gobierno local, Marcelo Ebrard, contra el prelado de Guadalajara y el vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, por daño al patrimonio moral.

Es muy grave cuando un servidor público, sea quien fuere, no sabe distinguir el sentido de la separación Iglesia-Estado, y cree que los ciudadanos no tienen derecho de expresar sus puntos de vista, aun cuando éstos sean motivados por sus convicciones religiosas, escribió Desde la Fe.

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El cardenal Norberto Rivera ayer en la CatedralFoto Cristina Rodríguez

Refirió que la autoridad civil y política está para garantizar la libertad de expresión y la participación en lo que es propio para construir juntos nuestra realidad social y nacional, en el debate de ideas y el respeto a las instituciones, y no para oponerse a ellos.

“Las autoridades que piensan defender al Estado ‘laico’ negando, con una visión jacobina, la libertad religiosa y amenazando, intimidando y reprimiendo a quienes quieren vivirla plenamente, asumen un papel totalmente equivocado”, agregó.

Tras enumerar los artículos constitucionales sobre la separación Iglesia-Estado, la libertad de creencias y práctica religiosa, el texto destacó que “el verdadero Estado laico es el que respeta y garantiza las expresiones religiosas, no el que desconoce o persigue a quienes se guían por ellas.

“¿Será delito defender el valor de la vida humana desde su concepción hasta la muerte? ¿Será negativo expresar las propias convicciones sobre la vida matrimonial, como la alianza del hombre y la mujer en orden a la mutua realización y la formación de una familia?

¿Desde cuándo es contrasentido señalar que la familia es la célula de la sociedad y el mejor espacio para el desarrollo de la vida y la dignidad de cada persona?, indicó.