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Carstens dijo que sería obtuso escatimar los méritos del gobierno en la materia

Defienden autoridades fiscal y monetaria política económica de la década panista

Según Cordero, el PIB por habitante creció 0.8% anual en promedio en los últimos 10 años

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Presentación de las monedas conmemorativas del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, por el presidente Felipe Calderón. Lo acompaña el gobernador del Banco de México, Agustín CarstensFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de septiembre de 2010, p. 27

La presentación de cinco monedas conmemorativas del inicio de las gestas de Independencia y Revolución sirvió de escenario a los responsables de las políticas monetaria y fiscal para hacer una defensa cerrada de las medidas aplicadas en la última década, periodo en que ha gobernado el Partido Acción Nacional.

Hemos aprendido de las lecciones de la historia del país, manifestó Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda, al defender un déficit fiscal reducido en el financiamiento del gasto público, en momentos en que el paquete económico para 2011 es discutido en el Congreso, dominado por legisladores del Partido Revolucionario Institucional.

En tanto, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens Carstens, afirmó que sería obtuso escatimar los méritos de la política fiscal puesta en práctica por el actual gobierno.

En el edificio principal del Banco de México, en el centro de la capital del país, fueron presentadas las cinco piezas conmemorativas, elaboradas por la Casa de Moneda de México. El primer estuche con las monedas fue entregado por el gobernador del banco central al presidente Felipe Calderón, quien estuvo presente en el evento.

Combate a la inflación

Cordero Arroyo defendió las políticas monetarias de combate a la inflación y contención del déficit fiscal, como los mecanismos a través de los cuales, aseguró, se pueden alcanzar mayores tasas de desarrollo y reducir rápido y de manera sostenida la pobreza.

Ahora sabemos que a través de unas finanzas públicas sanas, así como un banco central que cuida el poder adquisitivo de la moneda y el crecimiento económico, podemos alcanzar mayores tasas de desarrollo y reducir rápida y sostenidamente la desigualdad y la pobreza, expresó el titular de Hacienda.

Ernesto Cordero se refirió a cuatro periodos con resultados dispares en crecimiento e inflación:

En las décadas de los años 30 y 40 del siglo anterior, un momento formativo de las instituciones del México moderno, se observó, dijo, un elevado crecimiento per cápita de 2.3 por ciento.

Un segundo periodo fue el llamado desarrollo estabilizador, entre los años 50 y mediados de los 70, en el cual el crecimiento por habitante fue de 2.9 por ciento y la inflación de 5 por ciento. Un elemento clave en estos dos resultados, aseguró, fue la responsabilidad con la que se manejaron las finanzas públicas; fue una época en que el crecimiento estuvo impulsado por el fortalecimiento de nuestras instituciones, evitando caer en el debilitamiento y endeudamiento fiscal como posible motor del desarrollo.

Y luego, abundó, entre los años 1977 y 1982 se siguió una estrategia de crecientes déficit fiscales con un endeudamiento cada vez mayor, que llevó a mayores tasas de inflación y a la crisis de la deuda y de la década pérdida de los años 80. En aquel momento, aseguró, sucumbir a la tentación de promover el crecimiento mediante un déficit y un endeudamiento creciente llevó a un crecimiento promedio del PIB per cápita de sólo 1.6 por ciento.

De estos últimos años, enfatizó, son las duras lecciones de las cuales vale la pena aprender.

Después de la crisis de 1995, dijo, se siguió un proceso de mayor responsabilidad en las finanzas públicas y de fortalecimiento del Banco de México que ha permitido llegar a lo que Cordero identificó como la siguiente etapa, propiamente la de 2000 a 2010.

Puntualizó: la última década ha sido la que ha tenido menor inflación desde la época del desarrollo estabilizador, de sólo 4.5 por ciento. Las políticas puestas en práctica por este gobierno permitieron hacer frente a la crisis y mantener un crecimiento per cápita positivo en la década, mientras que el producto por habitante esperado para 2010 será mayor en 8.6 por ciento al observado en 2000.

De acuerdo con los datos de Cordero, el producto por habitante creció 0.8 por ciento anual en promedio durante los 10 años de gobiernos panistas, menos de una tercera parte del 2.9 por ciento anual de los años del desarrollo estabilizador y una tercera parte del 2.3 por ciento de las décadas de los años 30 y 40.

En la ceremonia numismática, en la que se presentó al Bicentenario, una moneda de oro que emula a la acuñada en 1921 para conmemorar el centenario de la consumación del movimiento de Independencia (los famosos centenarios), Agustín Carstens aseguró que la política monetaria del banco central ha encontrado un poderosísimo aliado en la política fiscal responsable y constante del gobierno federal.

Secretario de Hacienda en los tres primeros años dela actual sexenio, Agustín Carstens pontificó: sería obtuso escatimar los méritos de la política fiscal cuando hoy es ampliamente reconocido que México supo anticipar oportunamente el fuerte ajuste que seguiría tras la crisis global. No todos los gobiernos del mundo tuvieron, en los momentos más agudos de la crisis, voluntad política para defender una posición fiscal fuerte aun a costa de incomprensiones y críticas. Fortaleza fiscal que es imprescindible preservar para dar continuidad a una recuperación económica acelerada y sin presiones inflacionarias, tal como hemos observado durante 2010.