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Nuevo encuentro de Obama con David Cameron por la catástrofe, ahora en Toronto

Amenaza la tormenta Alex con complicar aún más las operaciones de limpieza del derrame

El primer meteoro de la temporada se formó en las últimas horas de ayer en la península de Yucatán

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Protesta en Miami Beach contra BP con una lona de plástico negra que simboliza el derrame de crudoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de junio de 2010, p. 22

Nueva Orleáns, 26 de junio. La tormenta tropical Alex, la primera de la temporada de huracanes de 2010 que se formó hoy en el oeste del Caribe, amenaza con complicar aún más las operaciones de limpieza y de contención de la marea negra frente a las costas de Luisiana, ya que podría dirigirse la próxima semana al Golfo de México.

Tanto las autoridades estadunidenses como de la compañía Britsh Petroleum (BP) se mantienen en alerta ante el surgimiento del meteoro, mientras prosiguen los febriles esfuerzos de recuperación del vertido, que incluyen la succión del crudo hacia el tanquero Discoverer Enterprise y la quema de petróleo y gas recolectado en otra plataforma.

El Centro Nacional de Huracanes, en Miami, informó que la primera tormenta tropical en el Atlántico se formó en las últimas horas en la zona de la península mexicana de Yucatán y podría dirigirse al Golfo de México.

Alex registraba vientos máximos sostenidos de 100 kilómetros por hora y se encontraba a unos 120 kilómetros al este de Belice.

El reporte señaló que Alex se desplaza a 19 kilómetros por hora y podría debilitarse a su paso por Yucatán –donde las autoridades mexicanas han comenzado a tomar medidas–, para luego fortalecerse al salir a las aguas del golfo y podría convertirse en un huracán la mañana del miércoles.

Por ahora es muy pronto saber hacia donde enfilará finalmente, afirma el reporte.

El clima es impredecible, y podríamos tener un cambio de último minuto, dijo el almirante Thad Allen, designado por el presidente Barack Obama para atender el mayor desastre ambiental en la historia de Estados Unidos, provocado por la explosión y hundimiento de una plataforma de BP el 20 de abril, que dejó 11 obreros muertos e inició el derrame.

De acuerdo con expertos, un huracán en la zona del derrame sería un duro golpe para BP, cuyos esfuerzos de limpieza han sufrido toda suerte de contratiempos.

Allen dijo que los buques que trabajan en la recuperación del petróleo necesitarían unos cinco días para salir del área, y que se tomarán las medidas de retiro con esa anticipación si hay indicios de que lleguen a azotar vientos con fuerza de vendaval. En ese caso, el derrame quedará sin control.

Por ahora, dijo Allen, BP sigue trabajando y durante el viernes logró recuperar 24 mil 500 barriles de crudo, 3.5 por ciento más que el jueves anterior. Según sus informes, desde mayo se han recolectado poco más de 400 mil barriles.

Sin embargo, el gobierno estadunidense estima que la fuga vierte unos 60 mil barriles diarios de petróleo sobre el mar.

En Toronto, el presidente Obama y el primer ministro británico David Cameron acordaron el sábado que no hay nada que ganar si la multinacional BP resulta dañada financieramente ante los grandes costos que le está implicando la crisis del derrame petrolero en el golfo, durante un encuentro que sostuvieron al margen de la reunión del Grupo de los Ocho.

No deseamos ver la destrucción de la empresa que es importante para nuestros intereses, dijo Cameron a una emisora canadiense. El primer ministro británico expresó su inquietud de que el gigante petrolero de su país pueda ser llevado a la quiebra, pues su valor de mercado ha caído en 100 mil millones de dólares a causa del desastre ecológico.