LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO

José Agustín Ortiz Pinchetti

šBien por la Cámara de Diputados!

QUE FACIL ES criticar a la H. Cámara de Diputados. Todo el mundo lo hace. El gremio de los diputados es el más devaluado, según la opinión pública (está más abajo que los policías secretos y los políticos, como si fuera la peor subclase dentro de esta desprestigiada clase). Así que cuando hay motivos para aplaudir lo que suceda en la Cámara, uno goza por partida doble: porque es insólito y esperanzador. En mi caso por partida triple: porque soy diputado.

LA CAMARA SE ha anotado varios tantos esta semana. Para empezar, por primera vez se aprobó, con anticipación, el conjunto de leyes que regulan los ingresos de la Federación. Es seguro que se cumplirá, en tiempo y forma, con las nuevas reglas constitucionales para aprobar el presupuesto antes del 15 de noviembre. Se dejará atrás la práctica de esperar a la helada noche de Año Nuevo para ponerse de acuerdo, a trompicones, en el tema más importante de toda la función legislativa.

SE HA APROBADO una Ley de Ingresos que rompe con una línea de política económica que privilegió el estancamiento frente al crecimiento. Hay que leer el artículo de Gabriel Zaid "Estabilidad hasta morir" (Reforma, 27/octubre/2003) para entender el extremo ridículo al que han llegado los "monetaristas" al imponer sus recetas y obligar al pueblo de México a pagar el precio. Esta estabilidad irracional ha provocado inestabilidad una y otra vez. "Sin contar la próxima, cuyo escenario está a la vista", como prevé sombríamente Zaid. Aunque no se puede negar el contexto de conflicto político (la decisión sobre las elecciones de Oaxaca y Veracruz), donde la posición del PRI fue correcta.

TAMBIEN ES DE celebrar el consenso multipartidario que puso la primera piedra a la autonomía financiera de Pemex. Por otra parte, la oposición logró vencer al PAN e imponer cálculos más realistas en cuanto al precio del petróleo y el déficit. La Cámara aprobó un techo de endeudamiento para el Distrito Federal menor del justificado, pero más grande que el ridículo que los panistas querían imponer con base en argumentos falsos y calumnias expresadas con estilo crispado. No cuesta trabajo adivinar la causa de su exasperación.

EL PRD TAMBIEN merece una ovación. De pronto superó su rigidez habitual para la negociación y supo actuar como auténtica "bisagra". Votó en algunos temas con el PRI y en otros con el PAN, apuntando, certeramente, a su propio proyecto.

OTRO MOTIVO DE felicitación es un primer intento de reorganizar la vida parlamentaria. Esta misma semana se publicó en la Gaceta Parlamentaria una propuesta del coordinador de la bancada del PRI, Emilio Chuayffet. No es una reforma completa, pero es un paso en la dirección correcta. Se trata de dinamizar la vida de las comisiones, que son los instrumentos clave en la actividad de las cámaras. Se obligará a todos los legisladores a incorporarse a por lo menos dos comisiones ordinarias, y se impondrá, como sanción, la pérdida de un día de dieta a quien falte, sin causa justificada, a las sesiones de comisiones. Hasta hoy los diputados van cuando quieren y generalmente no quieren. En la comisión que presido no se han podido celebrar, por falta de quórum, las reuniones plenarias durante seis ocasiones en un año.

ADEMAS, UNA MASA de trabajo (puntos de acuerdo, exhortos, etcétera) que desahogaba el pleno en sesiones ineficaces y aburridísimas, será resuelta por las comisiones. Estas tendrán 30 días naturales para dar trámite a los proyectos que les turnen. Si no lo hacen, devolverán la iniciativa al pleno y este la recibirá como negativa ficta. Los que conocen del proceso parlamentario saben que este es el fin de la congeladora, la peor lacra que padece nuestro Congreso de la Unión.

FALTAN MUCHAS OTRAS modificaciones que hacer, pero no puede uno dejar de felicitarse por el intento de romper con la inercia. Ojalá el diputado Chuayffet abandonara sus tesis que justifican a las mayorías tiránicas e impulsara el consenso para garantizar los derechos de las minorías en el Congreso, y que otros diputados, incluyendo a los coordinadores de las fracciones, impulsaran más iniciativas que liberen al poder que ejerce la soberanía nacional de las trabas que ha provocado el sometimiento, durante casi 120 años, al Poder Ejecutivo.