México D.F. Domingo 2 de mayo de 2004
La
falta de compromiso social del Estado afectó las contrataciones:
analistas
La alternancia no
mejoró la condición de los trabajadores, asegura Garavito
Para
legitimar sus políticas, el gobierno dejó intacto el
corporativismo, acusa la ex senadora
La alternancia en el poder no
ha servido para cambiar las condiciones sociales en las que subsisten
millones de mexicanos, quienes enfrentan deterioro continuo en sus
condiciones laborales, afirmó Rosa Albina Garavito,
investigadora del Departamento de Economía de la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM) y ex senadora del Partido de la
Revolución Democrática.
El deterioro salarial y el
desempleo, agregó, son una constante en la política
neoliberal, ya que de iniciarse un proceso de recuperación real
de los salarios, se necesitarían al menos 33 años con un
crecimiento sostenido de 5 por ciento anual para situarnos en el nivel
del poder adquisitivo de 1977, lo que significa un rezago de 23
años.
Reunidos en un debate sobre la
reforma laboral y el empleo, convocado por el Instituto de
Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), investigadores y especialistas
insistieron en que con una política económica que ha
favorecido la precariedad laboral y salarial, 舠sólo se ha
incrementado la polarización y exclusión sociales舡.
La precariedad en el empleo,
medida por el nivel de ingresos y prestaciones, aseguró
Garavito, indica que en las zonas urbanas del país, 34 por
ciento de la población económicamente activa (PEA) recibe
de cero a dos salarios mínimos, 45 por ciento de dos a cinco y
sólo 13.5 por ciento tiene ingresos mayores a cinco salarios,
mientras que la población sin prestaciones alcanza 49.8 por
ciento, así como que 21.6 por ciento de la PEA labora jornadas
mayores a 48 horas semanales, lo que significa sobrexplotación.
El prolongado periodo de
deterioro salarial provocó una caída en el poder
adquisitivo del ingreso de los trabajadores de 80 por ciento, lo que
significa que actualmente el salario mínimo abarca apenas 20 por
ciento de las necesidades del trabajador y su familia, pues para que
cubriera las necesidades económicas totales requeriría de
un incremento de 500 por ciento, es decir, pasar de mil 298 pesos
mensuales a 6 mil 490 pesos.
Al respecto, Patricia Olave
Castillo, investigadora del IIE de la UNAM, señaló que el
abandono del 舠compromiso social舡 por parte del Estado, tendiente a
incrementar los niveles de seguridad social, educación y salud
de los trabajadores, generó que las contrataciones laborales y
el uso de la fuerza de trabajo 舠se caractericen por una acelerada y
creciente precariedad舡.
En cuanto al empleo,
agregó, en los pasados tres años el crecimiento
económico ha sido insuficiente para generar la cantidad de
puestos de trabajo al ritmo que crece la demanda laboral. Se estima,
agregó, que tan sólo entre el año 2000 y en lo que
va de 2004 舠se han perdido 530 mil plazas, si a ello sumamos un
millón de nuevos integrantes de la PEA que se agregan cada
año, se genera un déficit acumulado de 3 millones 500 mil
personas en el desempleo舡.
En ese sentido, Garavito
afirmó que el actual gobierno federal panista, al igual que sus
antecesores, 舠ha optado por la falsa salida de la competitividad por la
vía del deterioro de las condiciones de vida y trabajo, ya que
para legitimar esa política deja intacto el poder del
corporativismo sindical a organizaciones como el Congreso del Trabajo,
lo que genera un estancamiento en la discusión sobre una reforma
que siente la bases para el pacto laboral del siglo XXI舡.
LAURA POY SOLANO
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