El cineasta asumió el jueves pasado la dirección de la escuela de cine de la UNAM

Poder dar grado de licenciatura, prioridad del CUEC: Casas

Seguiremos apoyando el programa de operas primas, pues ha permitido que los egresados se integren a la industria, asegura Lamenta que al gobierno federal no le interese el cine ni como negocio

JUAN JOSE OLIVARES

El pasado jueves, el cineasta Armando Casas asumió el cargo de director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en sustitución de Mitl Valdés, y entre sus prioridades están: continuar con el programa de operas primas (que ya brindó los proyectos Un mundo raro -dirigida por el propio Casas-, Rito terminal y El mago, próxima a estrenarse), continuar buscando el grado de licenciatura para sus egresados y la adquisición de equipos modernos de filmación, que ayuden a los alumnos a su incorporación en la industria.

Fundado en 1963, el CUEC es la escuela de cine más antigua de América Latina. En 1970, el Consejo Universitario la reconoció como Centro de Extensión. Actualmente forma parte de la Coordinación de Difusión Cultural. Sus alumnos han participado en festivales cinematográficos internacionales y han obtenido premios y distinciones. La mayoría de los profesores del CUEC, además de ser egresados del propio centro, son cineastas en activo.

Armando Casas (10 años como docente en esa escuela), quien acaba de terminar el cortometraje Para vestir santos y para el otro año filmará una nueva versión de Santa, dice que el CUEC es "una escuela con prestigio en el mundo, con reconocimiento completo, con todo lo que significa pertenecer a la UNAM, plural, abierta, incluyente, propositiva y vanguardista, lo que le da una fortaleza especial en el sentido social. Además, es importante para los estudiantes que la gente que trabaja en la escuela, sus maestros, no pierdan el contacto con la vida profesional".

Casas abunda respecto a sus prioridades: "Es fundamental el programa de operas primas, porque es un proyecto noble que ha permitido que los egresados se integren a la industria. También la incorporación de nuevas tecnologías; el intercambio académico; que la escuela esté abierta y relacionada con el mundo industrial del cine, que lo ha estado pero hay que hacer mucho más; la divulgación de sus publicaciones, y la búsqueda del grado de licenciatura".

Sin embargo, el lastre que carga el CUEC es precisamente que hasta ahora no puede conceder el grado de licenciatura, cosa que para el nuevo director es una prioridad. "He encontrado con las autoridades universitarias un interés en que esto vaya adelante. La UNAM es compleja y enorme, y sus mecanismos son complicados, pero he visto que hay interés. Nuestros egresados son aceptados para hacer estudios de grado en universidades estadunidenses y para dar clases en otras universidades, por eso es uno de los caminos a seguir".

Casas, quien llega al puesto luego de ser seleccionado entre una terna de profesores, dice que recibe la escuela en un momento interesante, pues se ha consolidado académicamente. "Otro de los caminos que debemos seguir es el de la selección de las nuevas tecnologías, especialmente las del cine digital", señaló el cineasta.

Agregó que entra con entusiasmo a una escuela que espera sea punta de lanza en momentos en que el gobierno federal, "especialmente la Presidencia de la República y la Secretaría de Hacienda, no entienden lo que es la palabra cultura, mucho menos el cine, ni como expresión cultural ni como negocio, pudiendo hacer excelentes recaudaciones con éste. No es justo que estemos en esa situación, sabiendo que otros países que tienen mayores problemas económicos están filmando porque entienden el cine como negocio. Este gobierno nuestro está pegado a los intereses estadunidenses, y no le interesa que la cultura nacional se manifieste; por eso, el CUEC debe ser un escenario interesante".

El cineasta añadió: ''No entiendo al gobierno, porque pudiendo hacer excelentes negocios de recaudación, una buena inversión como impuestos, no es posible que en México estemos con esta situación frente a países que tienen deterioros económicos más fuertes que los nuestros y que estén filmando mucho, como Brasil y Argentina, donde los gobiernos entienden la importancia que tiene el cine como parte importante de la cultura".