México D.F. Domingo 4 de abril de 2004
ENTREVISTA /RUBEN
GODOY HERNANDEZ, RECTOR DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE YUCATAN
La educación superior debe promover desarrollo
con equidad
LOS EGRESADOS DE LA UADY, CON ALTA CALIFICACION, AFIRMA
El modelo de universidad elegido en todo el mundo,
incluido México, no promueve el crecimiento con igualdad. En cambio,
los índices de pobreza se incrementan y las distancias entre quienes
tienen todo y quienes no poseen nada cada vez son más grandes
JOSE GALAN ENVIADO
Merida, Yuc. En las universidades públicas
del país existe preocupación por impulsar un desarrollo regional
y nacional con equidad, pero el modelo elegido en todo el mundo, y en México,
no es uno que promueva el desarrollo con igualdad: los índices de
pobreza se incrementan; las distancias entre quienes tienen y quienes no
tienen son cada vez más grandes.
Es
más, el concepto de libertad de elección, bajo dicho modelo,
no se puede satisfacer, dice Rubén Godoy Hernández, rector
de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady). "No estamos
en una sociedad en la que podamos vivir en plena libertad", advierte. La
Uady fue reconocida esta semana como la número uno en la evaluación
externa de 22 licenciaturas por parte de los Comités Interinstitucionales
para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), aunque
esto "no significa que nos pongamos al tú por tú con universidades
como la UNAM. También es cierto que las universidades públicas
estatales estamos colaborando en la solución de los problemas del
país y preparando estudiantes con calidad".
La evaluación externa ha sido eje para la planeación
Desde 1991, cuando fueron instituidos los CIEES, la Uady
tomó la evaluación externa "como el eje de los procesos de
planeación, que no son procesos cupulares sino participativos, que
han bajado hasta la planta de profesores, y que así garantizan un
proyecto de largo plazo de la universidad, porque ya no dependen del rector,
sino que la comunidad universitaria lo ha hecho suyo", sostiene Godoy Hernández.
-¿Qué significa para la universidad la acreditación
de su oferta académica?
-Sabernos capaces de alcanzar metas de esa magnitud. No
las hemos alcanzado de manera fortuita. Las alcanzamos luego de un esfuerzo
iniciado en 2000, y que se sustentó en lograr que los profesores
sintieran como suyo el proceso. Realmente se trató de un proceso
de reforma educativa.
"Y otro componente es la manera en que esta universidad
se relaciona con la sociedad a la que sirve. Es decir, la reforma de la
relación universidad-sociedad, en que se replanteó la relación
con los grupos marginados urbanos y rurales; con el sector que ya se ha
incorporado al tren del desarrollo: los empresarios, y con el sector que
está en la práctica profesional, y en los escenarios donde
se hace esa práctica, como los hospitales y las escuelas."
Para nosotros, el carácter público ha
resultado una ventaja
-¿No ha sido fácil para una institución
de carácter público...?
-Para nosotros el carácter público de la
universidad ha sido una ventaja. Porque, en nuestro caso, gran parte de
la viabilidad de un proyecto de esa magnitud estriba en la estabilidad
de la institución, y un ambiente externo que ha respetado su autonomía,
como los gobiernos estatales...
-¿Aún ahora?
-Sí, y creo que es un respeto ganado a pulso, en
donde la autonomía se interpreta no como una condición de
aislamiento o de autodeterminación a ultranza, sino que la sociedad
nos ha conferido el privilegio de poder organizarnos y pensar, de manera
libre, en cómo servirle.
-Pero cumplir con las tareas sustantivas de la institución
requiere de dinero. ¿Es suficiente? ¿Alcanza?
-Aquí hay dos aspectos: la convocatoria, hace unos
años, a un proceso de planeación institucional bien definido,
y sujeto a una evaluación de pares, lo que ha permitido a la Uady
ser la universidad número uno en términos de inversión
neta por estudiante, así que hemos sido exitosos. Esto ha permitido
una inyección muy importante de recursos. Por el otro lado, hay
acumulación de capital académico. Contamos con 80 por ciento
de los profesores de tiempo completo con nivel de posgrado, y de ellos,
22 por ciento tiene doctorado.
"Y eso crea una masa crítica donde impera la discusión
de ideas, la razón. Y se decide con razonamiento y no en función
de los votos, ¿estás de acuerdo? La democracia dentro de
una universidad está necesariamente gobernada por la búsqueda
de la razón y de la verdad.
"También de la calidad. Y si pasamos al escenario
nacional, creo que es de los pocos momentos de la vida del país
en que se define objetivamente la calidad, es decir, el paradigma de calidad
de un programa educativo."
-A escala nacional, ¿qué posición
tiene la Uady?
-Eso necesariamente tiene que ver con el indicador que
utilices...
-¿Costo por alumno?
-Estamos entre las 10 más altas. Pero eso está
relacionado con el valor de los alumnos al momento del egreso. Tendría
que juzgar ese costo con la calidad de los egresados. Y puedo decir que
nuestros egresados son, hoy, los número uno del país. Si
se suman todos los años en que el examen de egreso de licenciatura
se ha aplicado, en 80 por ciento nuestros egresados pasan ese examen. Cualquier
criterio asociado al costo de la educación tiene que estar asociado
a la calidad del producto.
En los estados estamos haciendo un esfuerzo por la
calidad
-Entonces, ¿la Uady le puede hablar de tú
a tú a las llamadas macrouniversidades?
-Son contextos diferentes. No se trata de establecer ese
tipo de comparaciones, que son muy relativas. Reconocemos el valor de las
instituciones federales. Sabemos que en la Universidad Nacional Autónoma
de México nacen las primeras investigaciones, se crean los primeros
institutos, allí se han formado personas que han dirigido este país,
y ha originado cambios trascendentales -no hablo de la política-
en la ciencia y el desarrollo.
"Si las universidades federales han entrado o no a evaluaciones
como las que han acreditado nuestra oferta académica; si han puesto
a sus estudiantes al frente de esas evaluaciones o no, por las razones
que sean, ese es otro asunto.
"Lo que es innegable es que las respetamos, y de ellas
hemos podido aprender, pero también es innegable que en las universidades
de provincia, en los estados, estamos haciendo un esfuerzo por la calidad."
-¿Cuál es el trabajo de la universidad para
enfrentar los problemas socioeconómicos de su entidad y de la región?
-Tradicionalmente esta universidad es muy cercana a la
sociedad. Por ejemplo, en el ámbito de la salud la institución
sostiene un paradigma duro, en términos de a qué se enfrenta.
Aquí es una educación y una orientación de la investigación
basadas en la promoción de la salud, es decir, en el trabajo del
primer nivel de atención. Un país como México no se
puede dar el lujo de sólo atender la enfermedad. Y ese es un paradigma
que no manejan todas las instituciones.
-En el contexto de la sociedad yucateca, ¿qué
le enciende las alarmas?
-Las preocupaciones no son nada nuevas. Nos preocupa que
exista un desarrollo con equidad en el estado y en la región. En
este momento, el modelo que escogió el país, o el mundo,
no promueve el desarrollo con equidad. Y no es una posición romántica
sino que es pragmática: los índices de pobreza se incrementan;
la brecha entre quienes tienen y no tienen es cada día más
grande... Y cada vez hay una menor libertad de elección. Y no me
refiero a votos, sino a la libertad de elegir el modelo de vida. Porque
hay condiciones de educación, de nivel económico, de salud,
que nos van acotando las posibilidades de ser verdaderamente libres.
"Y los modelos que están en práctica buscan
sólo el desarrollo económico y no el desarrollo humano. Necesitamos
una sociedad que identifique al primero para alcanzar el segundo, y no
el desarrollo económico como un fin."
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