Presentaron su libro El siglo del relámpago
en la Facultad de Filosofía y Letras
Adolfo Gilly documenta ''la resistencia de la humanidad
a ser una mercancía''
Recupera las teorías de la filosofía de
la historia de Benjamin, señaló Carlos Aguirre
Preocupa el avance de la derecha en la colonización
del imaginario colectivo: Betancourt
RENATO RAVELO
El tema de la globalización no atrajo a Adolfo
Gilly, pero sí provocó que empezara una batalla intelectual
interna que terminaría con una certeza: ''Una violencia inaudita
se incubaba en el mundo". Así, a principios de 2001 recibió
la invitación para dar una conferencia en Santa Bárbara,
California. Luego entregó el material a su editor, el 31 de agosto
de ese año, previo a los ataques contra las Torres Gemelas. Ese
ensayo, el último de su libro El siglo del relámpago,
con otros seis, publicados en la década de los 90 documenta la convicción
del autor: ''la resistencia de la humanidad a ser mercancía".
Gilly
presentó el libro, coeditado por Itaca-La Jornada, en la Facultad
de Filosofía y Letras de la UNAM, con las intervenciones de los
historiadores Alberto Betancourt, Carlos Aguirre, Isaac García Venegas
y Francisco Mancera, como moderador.
Para Aguirre, al hablar del siglo XX debiera definirse
si se asume la postura de que fue el más breve, al iniciar con la
Primera Guerra Mundial y terminar hace 10 años con el fallido proyecto
socialista, o si se trata del más largo, como sostienen otros historiadores,
quienes proponen que se inició en 1870 con la hegemonía estadunidense
y terminará probablemente en 25 años.
La angustia del historiador
Del libro El siglo del relámpago, Aguirre
destacó el hecho de que recupera las teorías de la filosofía
de la historia de Walter Benjamin, así como las de Bolívar
Echeverría, aunque difirió del enfoque con el que Gilly abordó
el movimiento de 1968 en su texto La ruptura de los bordes, ya que
él se suma a quienes consideran ese momento como el de una revolución
cultural de escala planetaria con tendencia civilizatoria.
Insistió en conocer la opinión del historiador
sobre un texto de Antonio Negri, titulado Imperio, en el que se
sostiene que una vez terminada la expansión del imperialismo ahora
se transita hacia un imperio del mercado.
Alberto Betancourt, quien como todos los participantes
agradeció a David Moreno la invitación a participar, consideró
que el de Gilly es un libro de la ''política de la memoria libertaria.
Pide asumir el patrimonio de las luchas del siglo XX. Plantea cómo
reaccionar ante una sociedad incapaz de imaginar un futuro distinto".
Betancourt opinó que el planteamiento es valioso
ante una globalización -término que descalificó por
considerarlo mediático-, pues pretende que el futuro es ''ineluctable".
La propuesta de Gilly, agregó, ''trata de tejer una memoria común
y mantener la oportunidad de un destino colectivo. Enfrenta el reflujo
de 1989 para una actualización de las teorías libertarias,
que ciertamente propone el texto pero no termina de resolverlas".
Es preocupante, señaló, ''el avance de la
derecha en la colonización del imaginario colectivo. Estamos en
un momento en el que se tiene secuestrada a la esperanza y se promueve
un pesimismo histórico". Coincidió en diferir de la visión
que ofrece Gilly del 68, ''fue la inauguración de la juventud",
y celebró la flexibilidad teórica que hacen al historiador
proponerse ir de Conrad a Milles.
Por su parte, Isaac García Venegas leyó
un texto y señaló: ''Entre historiadores se sabe que la historia
no se repite, pero cómo se parece a sí misma", para indicar
cómo el momento actual recordaba la década de los 30, cuando
Benjamin propuso su filosofía de la historia.
Del texto de Gilly hizo la comparación con la Torre
de Babel. En la imagen es el capital y no Yahvé el que no quiere
que se construya una torre que lo alcance. En el libro, destacó,
''hay una permanente argumentación del socialismo. Plantea que no
hay justamente una expansión del capital sino una resistencia de
los ciudadanos a sistemas totalizadores. Se toma el socialismo como la
recuperación del sujeto".
Gilly recordó que ''el historiador es una hombre
con angustia, porque es su objeto de estudio, porque en la iluminación
hay algo de angustia y relámpago". Y agregó en relación
con una especulación que hizo García Venegas, a propósito
de su texto: ''Sí, creo que la redención de los oprimidos
es la resistencia a dejar de ser humanos".