TOROS

ƑA quién beneficia esta deliberada crisis taurina?: empresario Diego Carmona

Urge una asociación de tenedores de derecho de apartado como instancia de defensa y persuasión

Son muchos millones los que recibe la México por ese concepto Necesario, un consenso

LEONARDO PAEZ

"En España existe, en plazas de primera, la Unión de Abonados o de tenedores de derecho de apartado que vela por los intereses de los abonados y por el cumplimiento riguroso del elenco ofrecido por cada empresa en el derecho de apartado. Con ello el aficionado tiene voz y voto, pero sin la obligación de renovar sus derechos si lo ofrecido por la empresa no le interesa, y sin que por ello pierda la titularidad de sus abonos, como ocurre en la Plaza México, donde la empresa hace y deshace porque no hay autoridad que la acote ni los poseedores de derechos de apartado pueden defenderse, por ello es que urge crear esa asociación."

Habla-ametralla el empresario taurino independiente Diego Carmona (Orizaba, 1951) contador público, asesor de empresas, coleccionista, museógrafo y director del Museo Taurino México, cuyo acervo de 400 piezas, anualmente renovado, recorre ciudades de España, Francia y aun Portugal, "donde hay gran interés del público, mientras que en nuestro país ha sido más bien escaso. Algún interés hubo de parte de la Comisión Taurina del DF cuando estuvo Guillermo Cantú, pero después nada".

Autoridades cómplices o negligentes

-ƑPor qué urge crear esa asociación de poseedores de derecho de apartado?

-Porque, repito, no hay en el DF leyes ni autoridades que obliguen a la empresa de la Plaza México a corregir su lamentable costumbre de cobrar lo mismo por unas cuantas corridas de postín que por el resto, regulares o modestas. Asimismo, nadie sabe cuántos derechos de apartado están vendidos, cuántos se pierden por falta de renovación o por fallecimiento de los titulares, cuántos son puestos nuevamente a la venta y a qué precios, y cuántos millones recibe la empresa cada temporada por el derecho de apartado, para luego cometer una serie de abusos avalados por las autoridades, que le permiten incrementar el precio de derechos y boletos sin que aumente la calidad del espectáculo. Son otros huecos de la reglamentación taurina y de las autoridades del DF, a menos que estén en connivencia con la empresa, pues es evidente su desentendimiento de la fiesta de toros, sean del partido político que sean. A ello hay que agregar ingresos extras por publicidad, comercialización, derechos de transmisión, etc., lo que hace una cifra considerable.

"La Comunidad de Madrid -continúa Carmona, rodeado de cabezas de toro, capotes de paseo, muletas y ternos con historia, fotos de época, carteles, pinturas, litografías, bronces, huevos de avestruz con réplicas de Ernesto de Icaza, relojes, platos, tallas y libros taurinos-, propietaria de la plaza de Las Ventas, periódicamente pone ésta a licitación, y a la mejor propuesta se le otorga el uso del inmueble por un periodo determinado, desde luego con el compromiso legal de cumplir con todo lo ofrecido en esa propuesta. No es ciencia, sino preocupación conjunta de ciudadanía y autoridades por el fortalecimiento de una tradición que acá parece no interesar a nadie.

Rectificar o expropiar

-Sí interesa, puesto que algunos no sueltan las plazas ni la autoridad les cancela la licencia de funcionamiento.

-Pero se trata de un interés económico extrataurino. Todo empresario de toros sabe que con 50 por ciento del boletaje debe cubrir renta, salarios, etc., de una función. Si no es así, o está lavando dinero o es un pendejo como empresario. ƑCuál es el interés de fondo de estar perdiendo dinero cada temporada? Todo el comercio y las artes alrededor de la fiesta pierden cada año más dinero que el anterior. ƑQuiénes son entonces los beneficiarios de esta crisis taurina deliberada? Parece que la empresa que más dinero pierde es la más exitosa.

"Ahí es donde las autoridades -añade Diego Carmona, que ordena no le pasen más llamadas- deberían intervenir con verdadero espíritu democrático y de servicio. Obligar a los licenciatarios de plazas de toros a dar festejos regularmente, no cuando se les da la gana, o a permitir a otros el adecuado aprovechamiento de esos inmuebles. Es como si quien posee o renta un estadio de futbol lo destinara a celebrar partidos, kermeses y bailes cada trimestre. Si se desvirtúa u omite el aprovechamiento de un escenario público, la autoridad entonces debe expropiar ese escenario por causa de interés público. Porque la fiesta no es un negocio exclusivamente privado, antes es creación y patrimonio del pueblo donde está inmersa. Si la fiesta de México sigue siendo utilizada para negocios extrataurinos de unos cuantos, no habrá empresario capaz de rencauzarla."

Y remata convencido:

"Sin un consenso general maduro, responsable y comprometido con el resurgimiento profesional de la fiesta de toros en México, los esfuerzos aislados de Telmex, Arroyo, Rancho del Charro y otras empresas bien intencionadas, no lograrán sacar toreros interesantes ni volver a meter al público a las plazas."