Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 3 de mayo de 2002
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Política

Jaime Martínez Veloz

La democracia y los indios

"El formalismo democrático desarrollado en Occidente a partir de la Revolución Francesa y de la Constitución norteamericana ha sustituido, en el México imaginario, el verdadero y profundo significado de la democracia. El ejercicio de los derechos electorales, tal como están establecidos en el sistema democrático imaginario de México, implica que los ciudadanos participen de una cultura política específica que es ajena a la cultura política real de la mayoría de ellos", escribió Guillermo Bonfil Batalla en su libro México profundo, una civilización negada.

Si la ley indígena de la Cocopa hubiese sido aprobada existiría un argumento para negar la validez del aserto de Bonfil, pero tal parece que los hechos sucedidos a partir del primero de enero de 1994 son la representación de un guión escrito por él en este libro que tiene un sustrato de revelación y profecía, pues se trata de un pensamiento penetrante, fundado en un estudio y participación del México antiguo y presente de los indios.

Es un ensayo que es testimonio antropológico, diagnóstico, proyección y enumeración de hechos basados en documentaciones y vivencias, un alegato, un índice de categorías y metáforas que se expresan en esta dualidad, que es, al mismo tiempo, mesoamericana y moderna, las dos polaridades: profundo e imaginario, como oposiciones que nos hacen comprensible una complejidad social y cultural desconocida.

"Los profesionistas mexicanos, en su inmensa mayoría, desconocen el país en que viven. Se rechaza cualquier posibilidad de vinculación orgánica con el saber del México profundo; esa sabiduría se ignora, pero se niega. Los arquitectos desconocen los sistemas tradicionales de construcción y el sentido y función de los espacios que no correspondan a las aspiraciones de los sectores urbanos medios y altos; los médicos ignoran y desprecian la farmacopea popular; los abogados no tienen la menor idea del derecho consuetudinario que regula la vida cotidiana de la mayoría de los mexicanos; los agrónomos no toman en cuenta el conocimiento de los campesinos que continúan una tradición agrícola de siete mil años, desde la invención misma de la agricultura, aquí; los economistas dejan del lado lo que sucede en los "circuitos informales" con los que resuelven gran parte de sus problemas de sobrevivencia millones de mexicanos, porque no los conocen, y la lista de ejemplos podría continuar indefinidamente."

En este libro está la aportación de una inteligencia privilegiada, pero sobre todo de una personalidad notable por su generosidad, pues Bonfil Batalla fue un activísimo participante en acciones intelectuales relacionadas con las etnias mexicanas, y su crítica al poder emanado de la Revolución Mexicana tiene la continuidad de las resistencias coloniales al dominio de la cultura cristiana, primero, luego a la cultura mestiza en su curso independentista y revolucionario.

ƑCómo hubiera referido Bonfil Batalla la sublevación indígena y el proceso que ha seguido hasta ahora? Solamente hubiese tenido que citarse a sí mismo: "La marginación de la vida política de los indígenas no resulta sólo de la manipulación y la confrontación de intereses en el seno de los grupos dominantes, sino de la decisión explícita y común a ellos de no reconocer ni admitir los mecanismos de autoridad social establecidos históricamente en el México profundo: no hay espacio para ellos y, como en todos los demás aspectos de la civilización mesoamericana, no cabe proyecto alguno que se orientara a crear las condiciones para que los sistemas de asignación de autoridad que existen se puedan liberar de las estructuras de poder externas que los oprimen y distorsionan y se desarrollen hasta ser compatibles con los requerimientos nacionales de un país que acepte su condición plural como base de su organización democrática."

Para quienes actuamos desde 1994 en la arena de la negociación, el debate, las iniciativas, la crítica, la polémica y otras formas de participación política e intelectual en el tema indígena, las palabras de Bonfil Batalla ofrecen un eje o una línea tensada con el plomo de su análisis y voluntad para construir este reconocimiento que nos pide y exige el México profundo.

El antropólogo señala que desde "el punto de vista de los impulsores del México imaginario, los grandes sectores de la población del país resultan 'inmaduros' para el sistema democrático que se pretende imponer, cuando no francamente hostiles y enemigos de la democracia: no votan, no militan en los partidos, no envían cartas a sus representantes, etcétera. El pueblo real se transforma, mediante esta alquimia ideológica, en el obstáculo para la democracia."

Desde el Congreso de la Unión, siendo promotor, junto con 160 compañeros diputados por la presentación al pleno, nuevamente, de la iniciativa original pactada con los pueblos indios, debo reconocer que la aceptación de la pluralidad cultural que nos contiene es un proceso tan denso y complejo como lo ha sido la destrucción durante cinco siglos de la civilización mesoamericana.

La resistencia es una esperanza no sólo en lo que respecta a la localidad indígena en la conquista de los derechos a su autonomía y cultura, sino también en relación con el aprendizaje y la orientación que nos permiten, a los que estamos entregados a la defensa de lo acordado en los interrumpidos diálogos de paz, ser coherentes con la honestidad de pensamientos como los que nos legó en su obra Guillermo Bonfil Batalla.

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