Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 23 de marzo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Editorial
 
TLATELOLCO: UN CAMBIO DE 180 GRADOS

SOLAnte los ojos del mundo se acaba de perpetrar un cambio fundamental en la política exterior mexicana. Ni siquiera en la época de López Mateos, el asesino de Jaramillo y su familia y feroz represor de movimientos de huelga, o en tiempos de Díaz Ordaz, el de la matanza en la Plaza de las Tres Culturas, México había aceptado seguir ciega y fielmente las instrucciones de Washington en lo que respecta a Cuba, a pesar de las diferencias ideológicas que existían entre gobiernos anticomunistas y el régimen cubano. A pesar de todo, la Doctrina Estrada y la defensa de la soberanía nacional guiaban la política exterior mexicana y en ese terreno se destacó el canciller Castañeda, padre de la sombra que lleva el mismo apellido y ocupa el mismo puesto, pero desempeñando un papel contrario.

Si el presidente Vicente Fox ya había aceptado que George W. Bush decidiera bombardear Irak no sólo desde territorio mexicano sino también desde el mismo rancho de su invitado, tratando al país y a aquél como meros dependientes, ahora en el gobierno no sólo se acepta sino que se aplaude que en Monterrey se presenten a los vasallos las resoluciones que fueron previamente preparadas por el señor que, además, para demostrar quién manda, impone los huéspedes al anfitrión y se permite utilizar en su discurso el doble del tiempo atribuido a todos, comenzando por el presidente mexicano y terminando por su colega francés, el secretario general de la ONU o el presidente Hugo Chávez, quien sin embargo hablaba en nombre del Grupo de los 77 y de China, es decir, de los representantes de la mayoría de la población mundial.

El cambio en la política exterior mexicana y el incidente con Cuba causado por las groserías y provocaciones nada mexicanas (menos aún diplomáticas y absolutamente inusitadas en el trato con países amigos) se ha realizado con estilo imperial.

Efectivamente, éste es un gobierno del cambio, ¡pero de cuál! El gobierno de los petroleros estadunidenses y de Enron ha realizado un golpe de Estado mundial y amenaza con guerra nuclear a ocho países, con los cuales México mantiene buenas relaciones diplomáticas. Además Bush pretende someter a todos a su política de guerra desempolvando el clima de la guerra fría lo cual, naturalmente, pone a Cuba en la mira imperial. Por eso se permite presionar a México condicionando su presencia en Monterrey a cambio de la inasistencia de Fidel Castro, en un chantaje inadmisible. El cambio actual se da en ese contexto. Es verdad que la historia tiene sus ironías: México, que no siguió a la OEA en la ruptura con Cuba ni aceptó el bloqueo ilegal e injusto impuesto por Washington, ahora cambia su política con un giro de 180 grados y "está incondicionalmente con Estados Unidos", como dijo el canciller Jorge G. Castañeda inmediatamente después del atentado del 11 de septiembre y antes de conocer quiénes eran los autores del mismo ni las intenciones de la Casa Blanca.

Por el contrario, la Venezuela socialdemócrata, que entonces facilitó su territorio como base de ataque militar ilegal contra Cuba, ahora adopta una posición digna que nuestro país debería imitar. La defensa de la legalidad obliga pues a que las cámaras discutan este giro funesto para la soberanía y la dignidad nacionales y eviten el ninguneo político. La defensa de la independencia mexicana exige por su parte impedir que los gobernantes de turno, que son funcionarios pagados por el pueblo, se transformen en meros gerentes de intereses imperiales. México no es ni debe ser una mera prolongación de Texas. El pueblo mexicano y el cubano merecen urgentemente las excusas y aclaraciones de nuestro Congreso.

 

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año