Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 23 de marzo de 2002
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Política
MONTERREY 2002

Acusa la radio isleña a Castañeda de manipular la carta con que Fidel anunció su visita

Bush en persona vetó a Castro,  afirma el canciller de Cuba

Insólito, que luego de invitar a un jefe de Estado se le pida que no asista, señala Pérez Roque

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 22 de marzo. Cuba afirmó esta noche que el presidente de Estados Unidos, George Bush, fue quien personalmente amenazó al gobierno de México con boicotear la cumbre de Monterrey si se permitía la asistencia del jefe de Estado cubano, Fidel Castro.

El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo desde Monterrey por vía telefónica a la televisión de su país que "Cuba sabía de las presiones que previamente a la conferencia había estado haciendo sobre el gobierno me-xicano el presidente Bush".

Pérez Roque habló durante la Mesa Redonda Informativa, el cotidiano foro televisivo que suele fijar posiciones oficiales, en el que se acusó al canciller mexicano, Jorge G. Castañeda, de haber "manipulado" el sentido de la carta en la que Castro anunció a su colega mexicano, Vicente Fox, su asistencia a la reunión.

"El presidente Bush amenazó con que no vendría a la cumbre si en ella participaba el compañero Fidel", dijo Pérez Roque. "Chantajeó a los organizadores de la cumbre... amenazó con boicotear la cumbre.

"Hubo una solicitud expresa, hubo presiones expresas, previas a la conferencia, y nosotros sa-bíamos de esas presiones. Y sa-bíamos que los organizadores mexicanos estaban siendo presionados fuertemente con la amenaza del presidente Bush", agregó.

Invitación y contrainvitación

Castro fue invitado a la cumbre por los organizadores de Naciones Unidas en una carta del 21 de diciembre de 2001, y por el anfitrión mexicano, Vicente Fox, en otra misiva del 28 de enero, según informó hoy la televisión cubana, que leyó los textos completos. Después de eso, dijo Pérez Roque, se pidió a Castro que no fuera.

"Es una solicitud realmente sin precedente. No conozco que se haya pedido a un jefe de Estado invitado, de un país miembro de Naciones Unidas, que se prepara para participar, que no viniera", señaló el canciller cubano.

"Y se lo pidió, como ya dijimos, una persona muy autorizada en el gobierno de México para hacer una solicitud de esa magnitud", añadió el funcionario.

Agregó que ante la "posición firme de Fidel de defender el derecho de Cuba de estar soberanamente presente", México pidió al mandatario cubano que sólo estuviera en la mañana del jueves y se retirara después de la comida.

Pérez Roque, igual que hizo el líder parlamentario cubano, Ri-cardo Alarcón, esta mañana ante periodistas en Monterrey, explicó que la salida de Castro y su pública designación del propio Alarcón como su representante era la reacción cubana ante las peticiones mexicanas.

"Alarcón no quedaba aquí como cualquier otro jefe de delegación. Alarcón quedaba como jefe de una delegación que era la única a la que a su jefe de Estado se le había pedido no participar en la conferencia", añadió el canciller. "Y el país anfitrión te-nía la responsabilidad total. Y podía haber tenido la cordura de permitir que el compañero Alarcón participara."

"Hubo prohibición e incomprensión de permitir que Alarcón, que quedaba al frente...participara en las actividades de la conferencia, especialmente en el llamado retiro, que era una reunión para los jefes de Estado y de gobierno", dijo Pérez Roque.
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El funcionario aludió a declaraciones en las que la vocera de la cancillería mexicana, Gloria Abella, ratifica la posición de esa dependencia de negar que se hubiese ejercido cualquier presión o sugerencia contra la presencia de Castro en la cumbre.

"Se sabe que tenemos una trayectoria de más de cuatro décadas diciendo la verdad", replicó Pérez Roque. "La mentira no forma parte de nuestra saga."

Abella también dijo que si Cuba tenía información sobre el funcionario de Estados Unidos que supuestamente había presionado al gobierno mexicano, que lo dijera. "El funcionario norteamericano que presionó al gobierno de México para impedir la presencia de Fidel aquí fue nada más y nada menos que el propio presidente George Bush", dijo Pérez Roque. "Lo sabemos con toda claridad y lo decimos."

Sin embargo, el canciller cubano prefirió abstenerse todavía de identificar al alto personaje del gobierno mexicano que transmitió a las autoridades de La Habana la petición de que no viniera Castro, primero, y luego de que recortara su estancia en la ciudad de Monterrey.

El conductor de la mesa redonda, Randy Alonso, dio a conocer la carta que Castro envió el pasado martes 19 de marzo a Fox para anunciarle su presencia en la cumbre.

"He vuelto a leer con atención su amable carta del 28 de enero del presente año, en la que me invita a participar en la conferencia", dice Castro en su misiva, y recuerda que el 21 de diciembre anterior había recibido la invitación de parte del comité preparatorio de la ONU.

"La enorme cantidad de trabajo que he tenido en las últimas semanas no me permitía tener la seguridad de participar en dicha conferencia", agrega el texto de Castro, "lo cual realmente me apenaba mucho con México, sede de ese importante evento, y con las Naciones Unidas.

"Es por ello que he tomado la decisión de realizar un esfuerzo extra y participar en esa reunión, aunque sea por el mínimo de tiempo posible, lo que tengo la satisfacción de comunicarle en primer lugar a usted", escribió Castro Ruz a Vicente Fox.

"Espero poder contribuir con espíritu constructivo al éxito de esta conferencia, a la que México ha dedicado grandes esfuerzos. Al desearle éxitos, estimado presidente Fox, le reitero el testimonio de mi amistad y consideración personal", agregó finalmente el mandatario.

Alonso expresó: "no cabe lugar a dudas de la manipulación del canciller Castañeda, cuando ha-bía hablado" de que Castro iría a Monterrey "por un tiempo mínimo". La disposición de Castro, aseguró el conductor de la mesa redonda televisiva, "era participar en los dos días de la cumbre, participar de todas las actividades" del cónclave.

Después de la lectura de las tres cartas, Alonso señaló que esos textos y las declaraciones de Alarcón de este viernes "no dan lugar a dudas de que el señor Castañeda ha tratado de negar la verdad y de ignorar el hecho de que se le pidió a nuestro comandante en jefe que no participara de esta cumbre por las presiones ejercidas por Estados Unidos sobre el país anfitrión".

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