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Política

2023-06-26 06:00

No me avergonzaría pedir consejo a AMLO

Señala que lo que le importa es estar en la calle, con la gente, y no las mediciones que lo ponen abajo en la contienda, pues muchas son “a contentillo”.
Señala que lo que le importa es estar en la calle, con la gente, y no las mediciones que lo ponen abajo en la contienda, pues muchas son “a contentillo”. Foto Jorge Ángel Pablo García
Periódico La Jornada
lunes 26 de junio de 2023 , p. 10

Vaticina Adán Augusto López: no todo está dicho en la lucha por la candidatura de Morena a la Presidencia de la República, “habrá agradables sorpresas”.

La mañana empieza a despuntar en Querétaro, los estragos del trabajo a ras de suelo se miran en el rostro del ex secretario de Gobernación y se escuchan en su voz enronquecida, pero él sabe que no hay tregua y se atreve cuando se le recuerda que él va abajo en las encuestas publicadas: “Yo me río” de ciertas mediciones, “prefiero ser honesto conmigo, con mi trabajo, con mi equipo, con los compañeros que nos apoyan, por eso a nosotros lo que nos importa es estar abajo, en la calle, con la gente”.

No obstante, explica: “Lo primero que hay que entender es que no hay mecanismo más exacto que una encuesta, pero una encuesta hecha profesionalmente. Ahora el medir la opinión de la gente se ha convertido en una especie de estrategia y se publican encuestas a contentillo para que determinada o determinado personaje se posicione y entonces pues inician campañas muchos meses antes.

“Campañas, eso sí, de marketing, y las encuestadoras juegan un papel fundamental. Yo te puedo enseñar, el día que quieras, las encuestas prejornada electoral, las encuestas de salida tanto del estado de México como de Coahuila y lo que nosotros tenemos. Fueron exactas, coincidieron en el resultado final, pero son mediciones hechas profesionalmente, no son las que publican algunos medios, hechas a contentillo, se llaman encuestas emocionales, por eso he puesto de ejemplo las de hace seis o siete años, cuando se iba a elegir al candidato o candidata al Gobierno de la Ciudad de México.

“El otro día conté en la hemeroteca 17 encuestas publicadas que decían que Ricardo Monreal iba a arrasar en la contienda interna, ni siquiera mencionaban a Claudia y cuando se da el levantamiento, la sorpresa de muchos fue que quien resultó ganadora era aquella a la que todos los diarios –menos La Jornada, que no publica encuestas– de circulación nacional y las televisoras decían que iba en último lugar, y es que lo que publican es una forma de conseguir publicidad, ¿no?

“En el estado de México salieron como 15 encuestadoras, de esas que dan a conocer mediciones a modo. El mismo Mario Delgado anunció que iba a ganar Delfina, que tenía 28 puntos de ventaja. La realidad era otra y yo cuando quieras te muestro las encuestas de salida de esos días y fueron puntuales sobre el resultado, o lo que es lo mismo, no le crean a las encuestas patito, son encuestas emocionales para mantener el ánimo del lado del contendiente que va construyendo su escenario de ventaja”.

El político tabasqueño que ha pasado por el tamiz de la contienda electoral en varias ocasiones –ha sido diputado, senador y hasta gobernador– entiende que esta vez se abre una oportunidad grande para la 4T. ¿Reforma del Estado?

“Reforma del Estado, sí, para continuar con la transformación, pero primero reforma al Poder Judicial, porque México no puede ni debe seguir siendo el “imperio de los jueces.

“Sí, hay que ir a fondo. La reforma al Poder Judicial es un pendiente que ha admitido el Presidente, porque no hay justicia en este país. La Suprema Corte puede ser todo, tener todo, pero no es una Suprema Corte justa. En México hoy la justicia se vende al mejor postor. Tú pregúntale a los ejidatarios de cualquier estado que tengan algún problema si han ganado algún asunto. Los jueces están al servicio de los señores del dinero. Te estoy hablando de jueces, magistrados y, desde luego, ministros de la Corte”.

–¿Elegir a los miembros del Poder Judicial, como propone el Presidente, será la solución?

–La forma de elegir a los jueces, a los ministros, habría que debatirla, sería una parte, pero la reforma no puede quedarse en eso, tiene que cambiarse incluso la manera en que opera el Poder Judicial. Ahora la opinión pública cuestiona más el actuar de los miembros de la Suprema Corte, pero no es nada más cambiar a los ministros por cambiar. Si se decide, hay que hacer una reforma a profundidad.

–¿Qué quiere decir con: a profundidad?

–Es que tiene ir hasta la base del Poder Judicial, revisar el actuar en el más apartado de los juzgados, cómo funcionan los secretarios de los juzgados, los actuarios. A poco tú desconoces eso de que te inventan una notificación con la mano en la cintura, nada más por dinero, y eso no puede ser.

“Tiene que haber un Poder Judicial integrado por juzgadores íntegros, formados, que tengan la oportunidad de ir consolidando, sí, una carrera judicial, pero parece que olvidamos todos esos valores en el Poder Judicial, todos esos principios.”

–Difícil tarea si se considera que las escuelas de abogacía están consideradas como brazos políticos de la derecha, ¿no?

–No, bueno, y sabemos que las escuelas, las facultades de derecho son y se identifican, tradicionalmente, con el ala conservadora del país.

–¿Y al cambio de gobierno, continuidad o sumisión?

–No, tiene que haber continuidad. El Estado mexicano no puede ser sumiso a nada ni a nadie.

–Me refiero a la posibilidad de que el siguiente gobernante sea sumiso a la influencia del Presidente actual.

–No, yo no creo que esto se dé. Es indudable que quienes formamos parte de este movimiento, que conocemos y que hemos acompañado al Presidente durante muchos años, lo tenemos y lo tendremos siempre como un referente, pero a mí no me avergonzaría pedirle un consejo, al contrario, si se quiere abrevar de su conocimiento, de su experiencia, se le puede consultar un poco, pero pues uno siempre debe recurrir al consejo de quienes estuvieron en el cargo y en el encargo, quienes iniciaron la transformación del país. Yo no veo que sea algo grave consultarle o pedirle algún consejo.

–Por ejemplo: ¿seguiría usted con la austeridad republicana, con la pobreza franciscana?

–Sí, yo seguiría ese ejemplo.

–Pero esa forma de actuar ¿no acota la movilidad política?

–No, para nada.

–Muchas cosas se mueven con dinero.

–No, yo creo que ahí hay una equivocada percepción. Lo que hay que hacer es hacer las cosas bien. Hacerlas de manera puntual.

–Usted juega en una precampaña que requiere recursos y rechazó la ayuda que le ofreció su partido…

–Estas no son precampañas, el partido nos designó a cuatro, compañera y compañeros, como delegados políticos, delegados para los efectos de fortalecer los trabajos de conformación y trabajar en los comités de defensa de la transformación en todo el país.

“Se parte de un trabajo previo que se da en el interactuar como delegado. Eso no significa que sea una precampaña, y mucha gente lo sabe, y por eso yo tomé la decisión de no tomar ese recurso, pues este movimiento se construyó con tres elementos fundamentales y los tres empiezan con S. Suela del zapato, sudor de la frente y saliva.”

El tabasqueño se muestra confiado en el método y explica que no se trata de palabras, que son lineamientos que en su momento se convierten en acciones de gobierno.

“Menospreciaban a Andrés Manuel López Obrador cuando en los pueblos decía que cuando llegara a la Presidencia iba a proponer una pensión universal gratuita para todos los mayores de edad, adultos mayores, pues eso ya es realidad, y ¿cómo se construyó?, en las calles, casa por casa.

“Yo lo he acompañado –al presidente López Obrador– en su trayecto por todo el país varios años y nunca lo escuché diciendo que quería viáticos para hospedarse en algún hotel o para pagarse las comidas, y eran jornadas larguísimas y allá, al caer la tarde, invariablemente caías en la casa de una compañera o de algún compañero que te invitaba a comer y que te decía que ya le había echado más agua a los frijolitos, y que iba a haber frijol, arroz y a lo mejor nos alcanzaba para una tortilla, entonces, así se construyó, así lo construyó Andrés Manuel López Obrador, entonces no necesitamos viáticos para ello, lo que necesitamos es un buen par de zapatos, soportar el calor, el sudor y tener la suficiente capacidad de interlocución con todos.”

Después de hacer un buen recorrido por las históricas primeras etapas de transformación del país, Adán Augusto asoma a la cuarta.

“Pues ideológicamente el movimiento se identifica o se ubica a la izquierda del espectro político, una izquierda moderada, porque no es una izquierda de rompimientos, una izquierda que sí fue a romper con un régimen que ya no tenía viabilidad en el país, y el país tampoco tenía viabilidad con esas políticas públicas, con la política neoliberal.”

–¿Hay que quitar o agregar algo a la 4T?

–Nada, el nacionalismo como ingrediente fundamental.

–¿Teme a la oposición, a la derecha?

–No, creo que el país no está enrutado a la derecha, ni tiene la sociedad mexicana ganas de seguir por la derecha, creo que la 4T está profundamente enraizada. Es un modelo de país distinto al que nos tenían acostumbrados la parvada de oligarcas, los dueños del dinero. Hay oposición. En los círculos de intelectuales hay quienes disienten de las políticas de gobierno, es decir, sí existen, que no tengan el arraigo popular suficiente para ser una verdadera opción de gobierno o conducción del Estado, ésa es otra cosa.

–¿Cómo será su relación con la prensa?

–De mucho respeto por su trabajo… y que ayuden a ser difusores de la actividad del gobierno.

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