Los residentes del noreste de Estados Unidos respiraban mejor ayer a medida que el humo de los incendios canadienses se disipaba gradualmente tras cubrir varias ciudades esta semana.
En Nueva York y Washington, la calidad del aire fue clasificada “moderada” por la Agencia de Protección Ambiental. En la capital estadunidense, el cielo volvió ayer a ser azul por la mañana, pero los niños de las escuelas públicas de la ciudad aún tenían prohibido pasar el recreo al aire libre.
La calidad del aire mejoró después de que los vientos que soplaban sobre la provincia canadiense de Quebec, donde los incendios arrasan, cambiaron de dirección, indicó Ryan Stauffer, científico de la NASA. Los alcaldes de Nueva York, Montreal, Toronto, Washington y Filadelfia emitieron una declaración conjunta, donde indican que “este episodio alarmante es parte de la crisis climática de todo el mundo”.