Ciudad de México. Luego de 15 incrementos consecutivos, la junta de gobierno del Banco de México (BdeM) decidió por unanimidad poner en pausa el ciclo al alza de la tasa de interés de referencia, la que determina el costo al que se endeudan empresas y familias. El indicador se mantendrá en 11.25 por ciento anual. El banco central consideró que la economía nacional ha entrado “en una fase de desinflación”, aunque advirtió que los riesgos en el control de precios permanecen, por lo que será necesario mantener la tasa clave en su nivel actual “por un periodo prolongado”.
La tasa de referencia es el instrumento con el que el banco central ha buscado contener la inflación, que se disparó a raíz de la pandemia y luego por la invasión de Rusia a Ucrania. El primer incremento fue en junio de 2021.
En su comunicado de política monetaria publicado este jueves, el banco central destacó que el país “ha entrado en una fase de desinflación como consecuencia de que algunas presiones se han mitigado”; sin embargo, destacó que hay otras que siguen incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta, por lo que el “panorama inflacionario continúa siendo muy complejo”.
Al respecto, indicó que desde la última reunión de política monetaria, la inflación general anual siguió descendiendo. Además, en su última lectura, la inflación subyacente mostró una reducción más marcada que en los meses previos. Sin embargo, ambas se mantuvieron elevadas, al situarse en abril en 6.25 y 7.67 por ciento, respectivamente. Para 2023, las expectativas de inflación disminuyeron. El objetivo permanente de inflación del banco central es de 3 por ciento anual, con un intervalo de variación de un punto hacia arriba o abajo.
En este contexto, el BdeM ajustó marginalmente a la baja para algunos trimestres. Para el cierre de 2023 espera que la inflación general sea de 4.7 por ciento desde el 4.8 por ciento previo, en tanto, para el término de 2024 la mantuvo en 3.1 por ciento. El banco aún espera regresar al objetivo de 3 por ciento más un punto porcentual de tolerancia hacia arriba o hacia abajo en el segundo trimestre de 2024, cuando pronostica 3.7 por ciento.
Con el objetivo de contrarrestar los altos niveles de inflación en el país, la junta del banco central emprendió un ciclo alcista en la tasa de referencia, de modo que la llevó de 4 por ciento en junio de 2021 al 11.25 por ciento en marzo pasado, el nivel más alto desde que en 2008 se implementó la estrategia de política monetaria basado en objetivos de inflación.
El BdeM continúa observando importantes riesgos al alza para la inflación, como la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional, mayores presiones de costos, presiones en los precios de energéticos o agropecuarios, por lo cual hizo énfasis en que la tasa de referencia permanecerá en los niveles actuales durante un tiempo.
“El panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza. Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento, considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado”, apuntó.
Desde que inició el ciclo alcista en junio del 2021, el banco central ha subido en 15 ocasiones la tasa de interés: los primeros cuatro aumentos fueron de un cuarto de punto porcentual cada uno; siguieron otras cuatro alzas, en este caso de medio punto cada una; luego cuatro incrementos de tres cuartos de punto en cada caso; dos incrementos de medio punto y un incremento más de un cuarto de punto porcentual. El total fue de 7.25 puntos porcentuales.
Despegue de la FED
Analistas de Monex destacaron que el anuncio del BdeM es importante, porque tras nueve meses de sincronía, constituye una divergencia respecto al manejo de la política monetaria en Estados Unidos, país que sí subió sus tasas en un cuarto de punto porcentual hace un par de semanas. “La decisión de hoy avisa de cambios en la coyuntura de mediano plazo, pues el continuo endurecimiento de la postura monetaria ha sido uno de los principales catalizadores en los movimientos de las variables económicas y financieras”.
Destacaron que aunque el comunicado del banco central deja claro que persisten riesgos inflacionarios, hay señales que constituyen terreno fértil para que la comunicación dé un giro “dovish” (menos restrictivo) en las reuniones del tercer trimestre, al grado que espera recortes a la tasa de hasta tres cuartos de punto porcentual en el cuarto trimestre del año.
Analistas de Ve por Más prevén que si la Fed decide terminar su ciclo de alzas, el tipo de cambio se sigue apreciado y la inflación se desacelera como se tiene previsto, el BdeM mantendrá la tasa en el nivel actual en los próximos trimestres. Posteriormente, si el panorama para la inflación se vuelve más favorable, es probable que comience a reducir paulatinamente el nivel de la tasa, tan pronto como en el cuarto trimestre de este año.