Washington. Nuevos datos de inteligencia estadunidenses indican que un grupo proucranio saboteó los ductos Nord Stream que transportaban gas natural de Rusia a Europa, pero no se han encontrado pruebas de la implicación del gobierno de Kiev en el ataque de septiembre de 2022, informaron el martes el New York Times y el periódico alemán Die Zeit.

El Times escribió que la revisión de inteligencia sugería que quienes llevaron a cabo los ataques, que arrojaron gas al mar Báltico, eran ciudadanos ucranios o rusos que se oponían al presidente ruso Vladimir Putin, “pero no especifica los miembros del grupo, ni quién dirigió o pagó la operación”.

“Los funcionarios estadunidenses no quisieron revelar la naturaleza de la información, cómo se obtuvo o cualquier detalle sobre la solidez de las pruebas. Han dicho que no había conclusiones firmes al respecto”, apuntó el Times.

Por su parte, el rotativo alemán señaló que “las autoridades alemanas de investigación parecen haber logrado un gran avance en el esclarecimiento de las circunstancias del ataque a Nord Stream y Nord Stream 2 (…), con lo que los rastros apuntan en dirección a Ucrania. Sin embargo, los investigadores no han encontrado ningún indicio de quién ordenó la destrucción de estas instalaciones”.

“En concreto, los investigadores lograron identificar la embarcación que probablemente se utilizó en la operación encubierta. Se trata de un yate alquilado por una empresa registrada en Polonia, que al parecer pertenecía a dos ucranianos”, abundó.

En respuesta al informe, el principal asesor de Volodímir Zelenski, Mykhailo Podolyak, declaró a Reuters que el gobierno de Kiev no estaba “en absoluto implicado” en el sabotaje y que no tenía información sobre lo ocurrido.

Desviar la atención

Mientras que la portavoz rusa del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, acusó una intención de desviar la atención.

“Me pregunto quién permite que tales filtraciones llenen el espacio informativo. La respuesta: quienes no quieren llevar a cabo una investigación en un ámbito legal, y van a desviar la atención del público de los hechos de todas las formas posibles”, dijo Zajárova en su canal de Telegram.

Investigaciones en curso

La Casa Blanca se negó a comentar los nuevos datos de los medios de comunicación sobre los sabotajes de Nord Stream y se remitió a una investigación llevada a cabo por países europeos.

El gobierno alemán dijo que había tomado nota del informe del Times, pero que su propia investigación aún no ha llegado a resultados.

Suecia, Dinamarca y Alemania informaron hace unos días al Consejo de Seguridad que las investigaciones continuaban y que aún no había resultados, indicó un portavoz del gobierno alemán.

Los representantes de Gazprom tampoco respondieron inmediatamente a una petición de comentarios.

Revelaciones de Seymour Hersh

El 8 de febrero, el periodista estadunidense Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer, reveló que buzos militares de Estados Unidos colocaron cargas explosivas bajo los gasoductos rusos durante los ejercicios Baltops de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), realizados a mediados de 2022.

En una conversación con Sputnik, Hersh se rio del artículo del Times, pero rechazó hacer comentarios al respecto y se limitó a notar la ausencia de fuentes de información.

Sabotaje a los gasoductos Nord Stream

Los gasoductos Nord Stream, construidos por la empresa rusa Gazprom, conectaban Rusia y Alemania, y Ucrania se opuso durante mucho tiempo a ellos, ya que habrían permitido a Moscú vender más gas a Europa Occidental.

El 26 de septiembre, la empresa Nord Stream 2, operadora del gasoducto homónimo ruso, informó de una fuga de gas provocada por causas desconocidas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm. Más tarde trascendió que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas.

El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre señaló la posesión de evidencias que apuntaban a la implicación de determinados países occidentales.

La Fiscalía General rusa abrió una investigación por terrorismo internacional tras los daños a las dos tuberías en una zona del mar Báltico.

Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un acto de sabotaje.