Feroz, sello que gestiona, promueve y desarrolla proyectos musicales independientes con la finalidad de que puedan desempeñar plenamente su labor, realizó la primera gira por espacios públicos bajo el título Metro Feroz, con el eslogan de “El rock a pata”, en la que varias bandas hicieron conciertos por diversas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Las actividades se efectuaron recientemente y ya se planean las del próximo año.
“Esto viene de la búsqueda de espacios para que las bandas puedan crecer y empezar a generar nuevas audiencias; tratamos de dar la vuelta a la manera en que se presenta la música”, explicó Jimena Colunga, cabeza de Feroz, en entrevista. Tras varios años de gestionar la carrera de todo tipo de bandas de rock, en el sello están convencidos de que uno de los primeros obstáculos de las agrupaciones principiantes es la falta de públicos y espacios.
“Hemos encontrado precisamente que cuando las bandas están en desarrollo es complicado, porque implica, además de muchísimo trabajo, que le piden a un público que no te conoce que lleve a cabo ciertas acciones que parecen simples pero son difíciles”, apuntó Colunga. Aspectos como el simple hecho de salir de casa, gastar dinero en adquirir una entrada o consumir durante un concierto son ya barreras que se deben evitar.
Con base en eso surgió la idea llevar la música a otros lugares.“Queremos ir por la mayor cantidad de espacios públicos que se pueda, tratando de hacer el proceso a la inversa, o sea que la gente no tenga que ir a escuchar la música sino que la música vaya al encuentro de la gente”, señaló la gestora musical. Procurar ese tipo de exposición también tiene sus beneficios. “Vemos a las bandas como empresas culturales, como marcas, que se ponen ahí para que puedan no solamente presentarse, sino aprovechar las fechas y conectar con nuevos fans”.
La primera gira del Metro Feroz tuvo 13 fechas, que comenzaron en septiembre y terminaron el pasado 18 de noviembre. Como primer intento se optó por dicho transporte público debido a las facilidades que otorga para acceder a un espacio dentro de algunas estaciones. Si bien la idea no es novedosa, lo que Feroz hizo fue darle forma. “Que tuviera identidad, que fuera una serie consecutiva de fechas, un poco dándole esta diferencia conceptual al trabajo de las bandas durante la gira, también en cuestiones de programación y de como funciona logísticamente”, explicó Colunga.
Por parte del Sistema de Transporte Colectivo, Feroz y las bandas fueron bien recibidas. Los protocolos ya establecidos para que quien esté interesado pueda gestionar alguna actividad cultural, facilitaron el proyecto. El Metro también apoyó algunas veces: tomó video y fotografías, además de avisar de los conciertos en sus redes sociales. “Pero no tienen otro tipo de recursos, no tienen equipo ni infraestructura, ni dinero para invertir en ello. Y durante años ha sido un tema de que quien se quiera presentar tiene que resolver esa parte de la producción”, señaló Colunga.
Aunque esos costos de producción fueron el único gasto, pues el Metro no requiere de ninguna tarifa de recuperación, el tema no fue resuelto por las bandas, sino por Feroz, encargándose de una parte y buscando proveedores y patrocinadores para que contribuyeran. “La idea también era garantizar la calidad del espectáculo tanto para las bandas como para las audiencias”, indicó la gestora.
“El panorama ideal sería que cada banda, del tamaño que fuera, pudiera percibir del trabajo que hacen, pero sabemos que la realidad es otra. Sin embargo, en este caso creemos que dimos un pasito adelante en el sentido de que no costará a las bandas. En gestiones posteriores queremos que incluso sea al revés, poder generar suficientes recursos, no nada más para que las bandas no paguen, sino que además puedan percibir”, destacó Colunga.
Buen recibimiento
La iniciativa se pudo llevar a cabo con éxito y tuvo un buen recibimiento. “Nos parece muy interesante que podamos aportar ese tipo de cosas para la gente que es usuaria del Metro de forma regular, y que podamos darles un poco de esparcimiento, para romper la rutina diaria, con este tipo de cosas”, añadió.
La gira también permitió a Feroz identificar públicos de acuerdo con la estación en que se presentaban las bandas. “Encontramos, por ejemplo, que Cuatro Caminos es un gran escenario para el rock duro; hay otras, como Patriotismo, que funcionan rebien con rock más suave, y donde está bueno siempre son Universidad y Copilco por el ambiente estudiantil”, detalló.
Los conciertos públicos se realizaron casi siempre en viernes, salvo alguno que otro en jueves, con horarios de una a 3 de la tarde. Las agrupaciones y Feroz hicieron promoción en redes sociales, pero la audiencia se formó principalmente por transeúntes. “Tienes un público orgánico que de otra manera no te hubieras podido encontrar, y así es como el fan base va creciendo para las bandas”, resaltó.
El buen recibimiento de los conciertos también sirvió para derrumbar algunos mitos acerca del público. “Existe la creencia de que la gente es apática, que no participa, que el público no va a conocer bandas nuevas y no es necesariamente eso; es que le estás pidiendo un esfuerzo para ver algo que no conoce. No puedes querer lo que no conoces”, sostuvo la gestora.
Para el próximo año, la gira El rock a pata buscará llevar música a otros espacios públicos como parques, jardines o plazas; “es ahí donde creemos que la música puede ubicarse. Y que debería acercarse antes de que vaya a un lugar en específico”, agregó Colunga. También se tienen planes para que, además de las agrupaciones que ya trabajan con Feroz, las bandas que participen sean seleccionadas mediante una convocatoria y así ampliar las posibilidades.
“Queremos hacer 25 fechas en 10 meses en espacios públicos, contando las del Metro, en una segunda temporada, y buscar espacios en diferentes alcaldías, dependiendo de cómo podamos lograr estas gestiones”, destacó Colunga. Sin embargo, la idea no es depender de los recursos públicos; “no queremos ir a pedirles cosas, queremos trabajar en colaboración. Que ellos nos den la autorización y poder resolver esta producción de otra manera. No queremos depender íntegramente de lo que ellos nos puedan dar, sino que vamos a solucionar nosotros”.