Acapulco, Gro. La directora de la secundaria general número 100 Álvaro Obregón, María Inés Aparicio Bibiano, denunció que el Instituto Guerrerense de la Infraestructura Física Educativa y la Secretaría de Gobernación estatal, no han atendido sus solicitudes, desde hace por lo menos cinco años, para subsanar las problemáticas de infraestructura del plantel, ni la falta de maestros.

Aparicio Bibiano expresó que “la escuela tiene más de 35 años de servicio”, y añadió que “tenemos muchas carencias, nos han saqueado la escuela, se han robado computadoras, proyectores”, y que pese a haber enviado oficios a la autoridad educativa de la entidad, no han tenido respuesta alguna.

Por ello, acompañada por estudiantes de la secundaria, quienes portaban cartulinas para exigir un entorno limpio y sin basureros a cielo abierto, a unos metros del plantel, Aparicio Bibiano recalcó que “tenemos la necesidad de equipar siete talleres, tenemos las aulas vacías, sin mesas, sin mobiliario, sin equipos de cómputo, en el taller de cocina nos hace falta el refrigerador, la estufa”.

Recordó que hace cinco años fue incendiada la cancha de pasto sintético del plantel, por desconocidos, y hasta el momento las autoridades educativas no han renovado el espacio —que se mantiene encharcado por las lluvias constantes, con maleza creciente, aún con cenizas—, mientras que en el plantel, donde estudian 650 alumnos, surgen otra necesidades, como seguridad, recolección de basura en el exterior de la escuela y docentes.

En conferencia de prensa, ofrecida en el interior de la escuela, el martes pasado, profesores, padres de familia y estudiantes demandaron solución, pues a la falta de condiciones favorables para su desarrollo académico se suma uno de los mayores problemas: desde 2018 tienen un déficit de al menos seis maestros porque se han jubilado, por lo cual hacen falta docentes de español, matemáticas, artes, inglés y tecnologías.

Debido a ello, finalizó, otros profesores han apoyado pero de manera gratuita, por lo que es necesario que esas horas les sean reconocidas, amén de que las canchas de baloncesto y voleibol están fracturadas debido a los sismos.