Aspecto de la "zona cero", un año después del deslave. Foto Silvia Chávez González
Aquí se construirá el desarrollo habitacional para personas damnificadas por el deslave. Foto Silvia Chávez González
Así está la casa, a un año del derrumbe. Foto Silvia Chávez González/ La Jornada
Esta casa detuvo una roca, durante el deslave. Foto Gobierno del estado de México
En la "zona cero". Foto Silvia Chávez González/ La Jornada
Foto Silvia Chávez González/ La Jornada
Tlalnepantla, Méx. A un año del desgajamiento del cerro del Chiquihuite, en el municipio mexiquense de Tlalnepantla, las 11 familias cuyas casas fueron demolidas acuden a reuniones que organizan autoridades federales, pero solo tienen la promesa de que les asignarán una vivienda, no fecha.
Alrededor de 286 familias afectadas regresaron a vivir a la colonia Lázaro Cárdenas, cuando terminaron de estabilizar la zona del derrumbe, pero ninguna autoridad les aviso que podían volver y ellas han tenido que reparar los daños de los inmuebles. Además han dejado de recibir apoyos, no saben si serán reubicadas ni mucho menos si es seguro habitar la zona.
Tras el derrumbe del 10 de septiembre de 2021, cuatro personas murieron y demolieron 11 viviendas que fueron afectadas o aplastadas por peñascos de más de 200 toneladas de peso, que se ubicaban en la confluencia de las calles Exploradores de Chimalhuacán y Alacranes de la colonia Lázaro Cárdenas segunda sección, conocida como “zona cero”.
“Nadie nos dijo que regresáramos a nuestras casas. Cuando terminaron de estabilizar el sitio del derrumbe, las autoridades se fueron y nos dejaron ¿a dónde más íbamos a ir, si no aquí?”, comentó Flor María Lázaro Bolaños, madre de cuatro menores de edad, cuya casa colinda con el terraplén construido por equipos de protección civil, ingenieros y especialistas en la materia.
Señaló que recibieron apoyos económicos de 5 mil pesos durante octubre, noviembre y diciembre, de 2021, para el pago de rentas. Pero cuando inició el gobierno del alcalde de Tlalnepantla, el priísta Marco Antonio Rodríguez Hurtado en enero de 2022, las asignaciones fueran canceladas.
En lo que fue la “zona cero”, varios de los inmuebles dañados aún permanecen en pie. A simple vista se observan muros derrumbados, daños en lozas, castillos, pues cargaron el peso de las peñas o fueron impactadas. Una casa casi en ruinas también es habitada.
Ricarda Mendoza Castellanos, quien desde hace 47 años vive en la avenida Exploradores de Chimalhuacán, explicó que cuando regresó a su domicilio, este ya no tenía barda y el zaguán estaba sobrepuesto, pando e inservible. “Nosotros reparamos los daños y pagamos las afectaciones. Aquí tenía una capillita y mi jardín, todo quedó lleno de piedras”, lamentó.
Aseguró que existe incertidumbre, pues a un año del accidente, ninguna autoridad regresó. Y no han sido informados sobre quienes serán reubicados y tampoco si es seguro habitar el lugar. Su vivienda se ubica a contra muro de otro inmueble que quedó con un castillo y una loza doblada, incluso se desplomaron algunos muros.
Las 11 familias cuyas casas fueron demolidas, acuden a las juntas que hacen autoridades del gobierno federal. Tienen la promesa de asignación de viviendas. Pero no hay fecha para cuándo serán entregadas. Ante la falta de vivienda rentan o viven con familiares.
“Dicen que están construyendo los departamentos, pero debe haber claridad, porque en un lote habitaban de tres a cuatro familias, y al parecer sólo quieren dar una casa por lote”, precisó Flor María, vecina desde hace 12 años. “Aquí se vive con el Jesús en la boca, después del accidente”.
El 10 de septiembre de 2021 murieron cuatro personas. La gente colocó cuatro cruces de madera sobre el terraplén de rocas, donde autoridades confinaron restos de peñas que aplastaron tres viviendas, una era habitada por Paola Daniela Campos Robledo de 22 años, y sus hijos Mía y Jorge de 3 y 5 años, quienes no alcanzaron a salir y fallecieron en el lugar.
La otra víctima fue Mariana Martínez, estudiante de Literatura Dramática y Teatro de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Lucero y Ricarda comentaron que una tormenta acompañada de granizo del 24 de agosto, ocasionó que una roca de menor tamaño se desprendiera de la parte alta del Chiquihuite. Por ello cada vez que llueve, optan por abandonar sus casas temerosas de nuevos derrumbes.
El 24 de noviembre, después de 70 días del deslave, Samuel Gutiérrez Macías, coordinador General de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo del Estado de México, anunció el termino de los trabajos de estabilización en la zona del derrumbe, en ese entonces, dijo que aun no se definia el regreso de los afectados.
Ese día, indicó que el Centro Nacional de Prevención de Desastres daría un diagnóstico para definir riesgos y determinar el regreso paulatino de las familias, para salvaguardar su integridad física.
Doce lotes fueron expropiados y el decreto publicado en el Periódico Oficial Gaceta del Gobierno del Estado de México del 8 de octubre de 2021. “Lo que nos urge es que nos digan si nos van a reubicar, pero que entreguen casa por familia”, planteó Lucero, hermana de Alejandro Lázaro Bolaños, cuya casa fue demolida.
Este año Protección Civil entregó notificaciones a varios núcleos familiares y reiteró que viven en zona de riesgo. Pero no dan opción de reubicación. “Vinieron la semana pasada a ver si la casa tenía daños, pero los que nos dieron los papeles nos dijeron que nos iban a reubicar, pero no hay nada aún”, lamentó María del Carmen Martínez de 56 años.
“El proyecto va a paso de tortuga”, planteó un afectado de la calle Alacranes, quien no dijo su nombre, por temor a que no le asignen vivienda. “Si de por sí no dan ninguna ayuda”. Acusó que a la zona han llegado personas ajenas al incidente en busca de ser incluidos en la asignación de viviendas.
Aquí se construirá el desarrollo habitacional para personas damnificadas por el deslave. Foto Silvia Chávez González/ La Jornada.
Autoridades de Protección Civil estatal informaron que al menos 210 viviendas deberán ser desalojadas y demolidas y las familias reubicadas en el nuevo desarrollo habitacional.
Este año en la Legislatura mexiquense, diputados informaron que Instituto Nacional de Suelo Sustentable, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, será el encargado de edificar las viviendas, con una inversión de 300 millones de pesos.
PC detalló que originalmente se acordó que serían 178 casas de 11 lotes a desocupar, pero se agregó un predio más que con 32 viviendas, las cuales, también tendrán que ser desalojadas y demolidas.
A tres kilómetros de la zona del derrumbe, algunos albañiles alistan el terreno donde serán construidos siete edificios de departamentos, en el polígono ubicado en avenida Acueducto y Chiapas, frente a la Escuela Preparatoria 118, en las inmediaciones de Colinas de San José.
Por su parte, la alcaldía de Tlalnepantla informó en un comunicado, que Protección Civil integró a un equipo de canteros que eliminó el riesgo de derrumbes de grandes peñascos, seccionando y retirando entre 300 y 500 toneladas de materiales pétreos en la zona.
Dio a conocer que cuenta con un plan de atención, con una brigada de 12 elementos de PC que tardaría cinco minutos en llegar y luego arribaría el resto del personal. Dispone de tres albergues, que serían puntos de reunión, seguros y cercanos al lugar.
Además, este año el cabildo aprobó la desincorporación del predio ubicado en Colinas de San José con una superficie de 4 mil 726 metros cuadrados y fue donado a la Federación, para la construcción de viviendas para la reubicación.
