Ciudad de México. Con motivo de la muerte de la monarca Isabel II, representantes de la Iglesia Anglicana de México expresaron sus condolencias, tanto a familia real y seres queridos, al pueblo inglés y a los integramtes de la iglesia de Inglaterra.
La reverenda Sally Sue Hernández, resaltó que la reina fue “una figura importante de la vida política, económica social e histórica de su pueblo y de impacto e inspiración mundial”.
La obispa de la diócesis de México, de dicho credo, dijo que “su vida fue un signo visible del servicio amoroso, cuidado solidario y sensible ante las situaciones de su tiempo”.
El reverendo Enrique Treviño Cruz, primado de la Iglesia Anglicana de México envió un “respetuoso y fortalecedor abrazo de consuelo a la familia real y al pueblo que ella tanto amó” y subrayó que la Iglesia Anglicana de México “lamenta el fallecimiento de su majestad la reina Isable II”.
La reverenda agradeció la “entrega y compromiso” de la soberana y pr las “atenciones y acompañamiento” hacia las “provincias que conformamos la Comunión Anglicana, por su ferviente ánimo en el compromiso hacia la unidad cristiana en un mundo tan cambiante; por su énfasis en el rol de la iglesia respondiendo a las necesidades, desafíos y sufrimientos del presente, y sobre todo su ocupación y seguimiento en los temas del cambio climático y medio ambiente”.
La obispa, aseguró que la reina, “guiada por las enseñanzas de Jesucristo vivió en fe y esperanza”.
La llegada de la Iglesia Anglicana a México se remonta a mediados del siglo XIX cuando ciudadanos británicos y norteamericanos que vinieron a trabajar en la industria minera y ferrocarrilera, solicitaron la celebración de servicios anglicanos en inglés.
El primero de éstos se celebró en la Ciudad de México el 25 de diciembre de 1869, y en 1982 se organizó Christ Church, la primera parroquia anglicana en la capital del país, y en toda la República.
A partir de 1884 se fundaron iglesias de habla inglesa en otras ciudades y en 1904 todas fueron reunidas en el Distrito Misionero de México, posteriormente conocido como Diócesis de México establecido en ese mismo año y que abarcaba todo el territorio nacional.
Ahora hay cinco diócesis, la de México, que comprende la Ciudad de México y los estados de Hidalgo, México, Puebla, Michoacán, Querétaro y Guanajuato; la del Norte, que abarca entidades del noreste del país; la diócesis de Occidente, que abarca Jalisco, Aguascalientes, Colima y los estados del Pacífico Norte, la Diócesis de Cuernavaca que comprende Morelos y Guerrero y la Diócesis del Sureste, que aglutina a Veracruz, Oaxaca y todos las entidades del sureste del país.