Cuernavaca, Mor. Los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), emitida en julio pasado, de que el 97.9 de la población de 18 años y más identificó como el principal problema que padecen “los baches” en calles y avenidas de sus respectivas ciudades, aplica perfectamente actualmente a la capital del estado de Morelos.

En redes sociales se refieren a Cuernavaca como “Cuernavaches” o “Cuernahoyos”, el municipio que gobierna el panista José Luis Uriostegui, ya que en esta temporada casi ninguna avenida, ni calle, ni banquetas se han salvado de estos hoyos en la vía de comunicación, ahora se presentan hasta en las banquetas en donde sus habitantes caminan y ponen en riesgo su vida.

En la avenida Humboldt esquina con la calle Rufino Tamayo, en la banqueta hay dos hoyos en la cual corre agua, como si se tratara de fuentes subterráneas.

En la avenida Teopanzolco, en la colonia Lomas de Cortés, un socavón en la vía de comunicación se ha abierto tres veces en esta temporada, dos veces ha sido reparado por el ayuntamiento; pero los arreglos son deficientes pues no han funcionado y otra vez está hundido el asfalto.

Pobladores del centro, aseguraron que las precipitaciones, además, “de los malos materiales con que pavimentan las calles y avenidas, y la falta de mantenimiento de las autoridades municipales, propician baches, que se han convertido en uno de los principales problemas que enfrentan los automovilistas”.

Denunciaron por ejemplo que en la avenida Hidalgo del principal cuadro de Cuernavaca, la que baja de la catedral y comunica con el Palacio de Cortés, siempre hay uno que tapan ya sea con llantas, palos o con cinta amarilla.

En la colonia Rancho de Cortés, en la avenida El Rosal, ubicada esta al norponiente del centro de Cuernavaca hay varios tramos de baches que alcanzan los dos o tres metros de ancho, y unos 50 centímetros de profundidad.