
Cultura
Descubren objetos ocultos en el famoso cuadro La lechera, de Johannes Vermeer

viernes 09 de septiembre de 2022 , p. 4a
Ámsterdam. Expertos descubrieron un portajarras y una cesta escondidos en el famoso cuadro La lechera, del maestro holandés del siglo XVII Johannes Vermeer, sobre los que luego pintó, anunció ayer el Rijksmuseum de Ámsterdam.
Los “sorprendentes” hallazgos en la obra de más de 350 años aportan una nueva luz sobre los métodos del elusivo artista, antes de la mayor exposición jamás realizada de su obra, prevista para 2023 en ese museo.
Las técnicas avanzadas de digitalización revelaron que bajo la pared blanca lisa que resalta la ropa amarilla y azul brillante de la lechera, Vermeer había pintado inicialmente detalles adicionales.
“Esto revela un nuevo Vermeer inesperado. Es sorprendente”, destacó Gregor Weber, director de Bellas Artes del Rijksmuseum, en conferencia de prensa.
Estos cambios significan que la figura emblemática de la lechera, vista en el cuadro vertiendo un filete de leche de una jarra de terracota, “se alza ante nosotros de manera mucho más monumental”, señaló.
Los investigadores sabían, gracias a las radiografías realizadas hace una decena de años, que había objetos ocultos bajo las capas de pintura de La lechera, sin saber cuáles.
Demasiado cargado
Uno de los hallazgos más importantes es que el artista había esbozado en la pared, justo detrás de la cabeza de la lechera, un soporte de madera para jarras.
Se había pensado que podría haber sido una chimenea. Pero una nueva técnica, llamada “reflectancia infrarroja de onda corta”, mostró claramente los detalles de las jarras y del soporte de madera.
Habitualmente utilizada para inspecciones industriales y con fines militares, la técnica produce imágenes en “falsos colores” que muestran el boceto en azul, cuando en realidad fue hecho con pintura negra.
El museo empleó métodos similares para descubrir el proceso creativo detrás de La ronda nocturna, de Rembrandt, y de La joven de la perla, de Vermeer, artista del que no queda ningún dibujo o estudio.
“Con La lechera descubrimos que, al principio, no había detrás una pared blanca muy bonita, sino un estante colgado con jarras”, indicó Taco Dibbits, director del Rijksmuseum.
Después de reflexionar, Vermeer pensó: “Es una composición demasiado cargada; voy a pintarla”, afirma Dibbits.
Menos es más
Los expertos hicieron otro descubrimiento clave. Un contorno sombreado, previamente visto, puede considerarse ahora una cesta tejida de sauce utilizada en aquella época para airear la ropa.
Los investigadores también encontraron una gruesa línea de pintura negra “aplicada a toda prisa” debajo del brazo izquierdo de la lechera, lo que demuestra que Vermeer aparentemente hizo un boceto inicial rápido.
Todos los objetos y detalles fueron realizados por el artista en su búsqueda de la perfección.
El soporte de la jarra fue remplazado por la pared de un blanco brillante, mientras la cesta se convirtió en un calentador de pies mucho más pequeño.
Según los expertos, los cambios que realizó serán cruciales para sus obras posteriores, pintadas con simples bloques de color y un juego de luces y sombras. Por ejemplo, su emblemático cuadro La joven de la perla, que también formará parte de la exposición.
“Aprendió que menos es más”, comenta Weber.
La exposición –prevista del 10 de febrero al 4 de junio de 2023– reunirá 27 de las 35 obras del pintor, provenientes de museos de todo el mundo.
Poco se sabe sobre Vermeer (1632-1675), que vivió una vida modesta en la ciudad histórica de Delft, durante la Edad de Oro holandesa de la pintura.
“Será la primera y última vez que el público podrá ver 27 vermeers juntos”, subraya Dibbits.