Ciudad de México. Para Jessica Hernández, conductora de un autobús de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) el participar en este operativo alternativo de movilidad le significa una gran satisfacción, porque estoy ayudando a la gente a llegar a su destino.
GALERÍA: Comienza hoy el cierre de la L1 del Metro.
Con una sonrisa en su rostro, entrega un boleto a los usuarios que no traen su tarjeta de movilidad, cuando depositan en la alcancía cinco pesos, y responde sus preguntas si el servicio que se ofrece de Pantitlán a Pino Suárez hace parada en cada estación del Metro, a lo cual responde de manera afirmativa.
Las unidades que se dirigen a la estación Balderas no hacen para de ascenso y descenso de pasaje en Candelaria y San Lázaro, lo cual Jessica les informa al momento de subir. Lo mismo hacen los elementos de la Policía Bancaria e Industrial desplegados en los parabuses instalados frente a las estaciones de la Línea 1, que a partir de este lunes permanecerán cerradas por ocho meses, por los trabajos de modernización a que serán sometidas.
Jessica señaló que está próxima a cumplir un año como conductora, lo cual le ha significado un reto, pero “estoy contenta y aunque estoy en el Módulo 6 La Pastora, en Gustavo A. Madero, cubro el servicio de apoyo de Mixcoac a Tláhuac”, el cual ofrece el Gobierno capitalino tras el colapso de la Línea 12.
Durante su jornada laboral que inició a las 3:40 y hasta las 11:10 horas “vamos a hacer cuatro vueltas completas, las cuales muy en la mañana fueron muy rápidas, pero después eran como de una hora y 20 minutos cada una”, comentó, mientras se dirigía a Pino Suárez, con el camión a un 80 por ciento de su capacidad.
En San Lázaro se registraron largas filas de usuarios, mismas que desaparecían en cuestión de minutos ante la llegada continua de autobuses de la RTP, que eran despachados en un tiempo promedio de tres minutos.
Para arribar a la estación Candelaria, los autobuses de RTP circularon por el carril de contraflujo de Congreso de la Unión, de Héroe de Nacozari a Fray Servando, avenida que se pintó de verde ante el gran número de autobuses en fila en espera de dar vuelta en la calle de Escuela Médico Militar.
El confinamiento de los tres carriles de circulación del lado norte de la avenida Izazaga, para que los usuarios descendieran a unos pasos de la estación Pino Suárez provocó carga vehicular en el lado sur.
Los usuarios sin embargo expresaron su molestia por la falta de señalización para ingresar a dicha estación con correspondencia a la Línea 2, que va de Taxqueña a Cuatro Caminos, y el tener que “pasar por decenas de puestos ambulantes e instalados en el piso que impiden el obre tránsito, con el riesgo hasta de que seas asaltada, porque no hay un solo policía en el lugar”.
