Ciudad de México. El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) tiene un gran pendiente: que la ciudadanía conozca que está haciendo y cuál es su utilidad, de acuerdo con su nuevo secretario ejecutivo, Roberto Moreno Herrera, que afirma que en su gestión de cinco años al frente del brazo técnico del SNA se propone remediar esta falla.
Moreno Herrera fue electo la semana pasada por el Comité Coordinador del SNA para relevar a Ricardo Salgado Perrilliat en la Secretaría Ejecutiva (SESNA).
Es licenciado en Relaciones Económicas Internacionales por la Universidad Autónoma del Estado de México y maestro en Políticas Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Durante su carrera ha ocupado puestos en el SNA, en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), en la Secretaría de Hacienda y en la Secretaría de la Función Pública (SFP).
En entrevista telefónica afirma que aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha criticado abiertamente al organismo y cuestionado su utilidad, la colaboración con el Ejecutivo, que ocupa un asiento en el SNA a través de la SFP, ha funcionado “al menos en lo técnico”.
“Dentro de mi programa de trabajo tengo, entre otros, dos objetivos: el primero, que el ciudadano conozca cuál es la utilidad social del SNA, el otro es no solamente consolidar a la SESNA, sino también darle visibilidad y decirle a la sociedad qué utilidad tenemos”.
En su visión, lo más importante para reducir el fenómeno de la corrupción es la ética y la integridad. Un grave problema, opina, es que la corrupción sea asumida como un comportamiento normal. “Lo más difícil es cambiar comportamientos. La medicina para esto es exactamente cambiar el comportamiento y que lo que se ve como normal en la corrupción tenga una sanción”.