La inflación de la eurozona mantuvo en junio su tendencia al alza y pulverizó récords al alcanzar 8.6 por ciento anual, impulsada por los fuertes aumentos en los precios de la energía y los alimentos como consecuencia de la guerra en Ucrania. El índice divulgado por la agencia europea de estadísticas Eurostat es el más elevado desde que se empezó a hacer el registro a partir del euro, en 1997, y superó el nivel de 8.2 por ciento de mayo. El principal factor del encarecimiento fue una vez más el aumento en los precios de la energía (electricidad, petróleo y gas), que repuntaron 41.9 por ciento, mientras los alimentos subieron 8.9 por ciento. Venta de verduras en el mercado municipal de Maravillas, en Madrid. Más información en: https://bit.ly/3ag5zbE.