Moscú. Rusia anunció ayer un alto el fuego en la planta siderúrgica de Azovstal, en la ciudad de Mariupol, para permitir la apertura durante tres días, a partir de hoy, de un corredor humanitario por el cual evacuar a los civiles.

“Las fuerzas armadas rusas abrirán del 5 al 7 de mayo, de las 8 de la mañana a 6 de la tarde, un corredor humanitario desde el territorio de la planta metalúrgica de Azovstal para sacar a los civiles”, indicó el ministerio ruso de Defensa.

“Durante este periodo, las fuerzas armadas rusas y las formaciones de la República Popular de Donietsk decretarán un cese unilateral de hostilidades”, prosiguió el ministerio en un comunicado.

“Los civiles que se encuentran en la planta serán autorizados a viajar a Rusia o a zonas controladas por Kiev”, agregó.

Poco antes, Vadim Boïtchenko, alcalde de Mariupol, estratégico puerto ucranio, había informado de “violentos combates en Azovstal”, y que se había perdido el contacto con las fuerzas ucranias que están dentro de la acería, por lo que “no hay manera de saber qué está pasando y si están en peligro o no”.

Según él, “la artillería pesada, los tanques y la aviación” están en acción en esta ofensiva rusa, así como barcos que se aproximan a la costa del mar de Azov, donde se encuentra el complejo de Azovstal.

“Nuestros muchachos son valientes y defienden la fortaleza, pero es muy difícil”, afirmó ante la televisión ucrania, al señalar que “al contener al enemigo” durante semanas, los últimos combatientes atrincherados en el subsuelo del complejo de Azovstal “permitieron ganar tiempo”.

Boïtchenko aseguró de nuevo que había “cientos de civiles y entre ellos más de 30 niños que esperan ser rescatados”.

Un combatiente ucranio del regimiento Azov que defiende la acería anunció el martes que los rusos lanzaron un “potente asalto” contra el sitio, pero el Kremlin negó ayer esa información.

“La orden fue dada (el 21 de abril) públicamente por el comandante en jefe (el presidente Vladimir Putin) de anular cualquier asalto”, aseveró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

La Organización de Naciones Unidas celebró el desalojo de 156 civiles de Azovstal, que llegaron el martes a Zaporiyia en un convoy acompañado de miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja.

La cancillería rusa acusó que mercenarios israelíes combaten junto al batallón ucranio de Azov, al cual Moscú califica de “nazi”, señaló Maria Zajarova, portavoz del ministerio del Exterior, en entrevista con la radio Sputnik.

En tanto, la agencia de noticias Ap informó que una investigación suya encontró que un ataque a la Academia Dramática Regional de Doniestk en Mariupol, el 16 de marzo, y atribuido por Ucrania a Rusia, habría matado a cerca de 600 personas, dentro y fuera del edificio, el doble de lo estimado, lo que sería el episodio más letal para víctimas civiles hasta ahora.

“La investigación de Ap, en todo caso, resta validez a la versión rusa de que el teatro fue demolido por fuerzas ucranias o que era usado como base militar. Ninguno de los testigos vio soldados ucranios en el teatro. Y nadie duda de que fue destruido por un bombardeo aéreo ruso dirigido con precisión contra un blanco civil que incluía niños”, relató la agencia de prensa estadunidense.

La Organización Mundial de la Salud registró 186 ataques a la infraestructura médica en Ucrania desde el 24 de febrero, informó ayer su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en rueda de prensa.

El Kremlin calificó de “tontería” reportes que apuntan a que Rusia plantea declarar formalmente la guerra contra Ucrania el próximo lunes. El vocero Peskov negó también que Moscú vaya a anunciar una movilización general coincidiendo con el 9 de mayo, fecha histórica en Rusia, para sumar más efectivos a la ofensiva militar que se desarrolla en Ucrania desde el 24 de febrero, informó la agencia Interfax.

Al cierre de esta edición, sirenas de ataque aéreo sonaban en ciudades de Ucrania y poco después cayeron misiles en Cherkasy, Dnipró y Zaporiyia.