Bruselas. Al sentenciar que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, debe “pagar un precio muy alto por su brutal agresión”, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso ayer que el bloque de 27 países vete las importaciones del petróleo ruso de manera gradual, sancione al mayor banco y a televisoras más importantes de aquella nación, al delinear el sexto paquete de medidas punitivas contra Moscú, el más duro desde que comenzó la invasión.

“Vamos a renunciar progresivamente a las entregas rusas de petróleo en un periodo de seis meses y a las de productos derivados del crudo de aquí a finales de año”, detalló Von der Leyen ante los eurodiputados congregados en la ciudad francesa de Estrasburgo.

Esta ruptura se haría de manera “ordenada” para que los países de la Unión Europea (UE) y sus socios tengan tiempo de buscar vías alternativas de suministro. “Seamos claros, no será fácil. Algunos estados miembros son fuertemente dependientes, pero debemos trabajar en ello”, puntualizó.

El petróleo ruso representa alrededor de una cuarta parte de las importacionesde la UE.

Según funcionarios del bloque, el plan de la comisión incluye una exención para Hungría y Eslovaquia, dos países sin litoral totalmente dependientes del suministro que les llega a través del oleoducto Druzhba y que podrán seguir comprando a Rusia en 2023.

Durante la jornada Hungría rechazó la propuesta “en su forma actual” porque “destruiría completamente la seguridad energética del país”, al tiempo que Eslovaquia y República Checa también se mostraron reticentes. La cancillería ucrania estimó que los países de la UE contrarios a esta medida son “cómplices” de los “crímenes” cometidos por las tropas rusas.

Además de sancionar el petróleo, Bruselas propuso excluir a otros tres bancos rusos, entre ellos Sberbank, el mayor del país, del sistema financiero internacional Swift. Otra de las claves del próximo paquete de sanciones es prohibir la retransmisión de tres grandes canales estatales rusas en la UE.

La propuesta detallada es analizada por los 27 en Bruselas, y se espera logren un acuerdo entre hoy y mañana.

El bloque europeo también anunció que “aumentaría significativamente” su apoyo militar a Moldavia, ante el temor de que el conflicto se extienda a esta pequeña ex república soviética de 2.5 millones de habitantes situada entre Ucrania y Rumania.

Por lo pronto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comentó que el mundo se encuentra “en un punto de inflexión” a nivel internacional ante una “batalla entre la autocracia y la democracia”, y abogó por entregar más armamento a Ucrania.

Precisó que “desde que Rusia invadió Ucrania hemos enviado más de 3 mil millones de dólares en ayuda de seguridad”. Agregó que “si no hacemos frente a los dictadores, la historia nos ha demostrado que siguen volviendo”.

Un helicóptero militar ruso violó el espacio aéreo de Finlandia, anunció el Ministerio de Defensa finlandés, en el contexto de una probable candidatura del país a entrar en la OTAN.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, acusó al canciller de Rusia, Sergei Lavrov, de “propagar mentiras que huelen a antisemitismo” luego de que dijo que Adolfo Hitler tenía “sangre judía” y trazó un paralelismo entre el líder de la Alemania nazi y el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky.