En los años recientes grandes empresas extranjeras de diversos sectores clave como el de construcción, eléctrico, petrolero, alimentario, automotriz, comercio, entre otros, han disminuido sus inversiones en el país, situación que empeoró a raíz de la pandemia de covid-19, la cual hundió a México en una profunda crisis económica.
Prueba de esta reducción en los flujos de inversión extranjera directa (IED) es el sector más atractivo en el país: el manufacturero; el cual incluye rubros tan centrales como el alimentario y automotriz. En él las empresas invirtieron el año pasado 12 mil 558 millones de dólares, cifra inferior a los aproximadamente 15 mil millones de dólares tanto de 2018 como de 2019, según la Secretaría de Economía (SE).
Puntualmente, la IED en el sector automotriz fue de 5 mil 662 millones de dólares en 2021, inferior a los 6 mil 800 millones registrados en 2018 y a los 7 mil 300 de 2019. En tanto, la industria alimentaria registró una salida de capitales foráneos de 5 millones de dólares, cuando en los años referidos tuvo entradas por 296 y 581 millones, respectivamente.
La automotriz más importante que opera en el país, la estadunidense General Motors, anunció en 2013 que desde ese año hasta 2018 invertiría 5 mil millones de dólares en México. El año pasado informó que de 2021 a 2023 inyectará mil millones de dólares. No obstante, también amagó con dejar de invertir si el gobierno no establece un marco estructural enfocado en la producción de energías renovables.
En la industria alimentaria la principal multinacional que opera en México es la suiza Nestlé, misma que en 2020 anunció una inversión de 700 millones de dólares para modernizar las 17 fábricas que tiene en el país; sin embargo, no hay información de cómo avanza el plan.
Derrumbe energético
Uno de los sectores más controvertidos en los años recientes es el energético, siendo el caso más llamativo el del rubro eléctrico, donde según la SE la IED se ha desplomado 91 por ciento, pues en 2018, es decir, último año de la administración pasada, las empresas extranjeras invirtieron 5 mil millones de dólares, mientras que en 2021 la suma apenas llegó a 452 millones.
En este ramo destaca la presencia de un puñado de empresas españolas encabezadas por Iberdrola, la cual ha sido señalada por el gobierno en múltiples ocasiones por obtener subsidios y contratos ventajosos de otras administraciones, lo cual ha dado pie a que el presidente Andrés Manuel López Obrador empuje una iniciativa de reforma eléctrica que acabe con beneficios para empresas extranjeras.
En 2018 Iberdrola anunció una inversión de 2 mil 800 millones de dólares para los siguientes cuatro años, de la cual canceló más de mil 200 millones en 2020 y anunció que podría dejar de invertir en el país si no se respeta el marco regulatorio.
La IED para México en energía asciende a aproximadamente 49 mil 500 millones de dólares, siendo España el segundo lugar más importante, sólo abajo de EU.
Otro rubro energético es la minería, cuya IED cerró 2021 en 2 mil 832 millones de dólares, que si bien es la más alta en más de una década, está lejos del récord de 4 mil 491 millones reportado en 2008. Empresas del sector minero han argumentado altos impuestos y falta de certidumbre por parte del gobierno mexicano.
En 2021 la empresa extranjera que más ganancias obtuvo (183 mil millones de pesos de acuerdo con la consultora Statista) fue Americas Mining Corporation, cuya sede está en Estados Unidos, pero formalmente forma parte de Grupo México, la mayor minera del país cuyo dueño es Germán Larrea, el segundo mexicano más acaudalado, sólo detrás de Carlos Slim.
La filial estadunidense de Grupo México invirtió en capital mil 362 millones de dólares en nuestro país el año pasado, cifra inferior a los mil 686 millones que inyectó en 2018, es decir, el último año de la administración de Enrique Peña Nieto.
La segunda minera extranjera con mayores ingresos en 2021 fue Agnico Eagle, con 10 mil millones de pesos, misma que en ese año invirtió 33.9 millones de dólares en trabajos de exploración; no obstante, para este año su presupuesto pronosticado es de 7.6 millones.
Hace unas semanas Fitch reveló que los corporativos que operan en México han reducido su inversión en capital de trabajo durante los años recientes, al grado que en 2020 fue prácticamente la mitad de lo registrado dos años antes.
