El aspecto novedoso de la réplica de la Capilla Sixtina, que será exhibida de forma temporal a partir de mediados de abril en el Zócalo de la capital del país, es “la parte exterior, pues el interior ya ha estado en otras ciudades de la República Mexicana”, adelantó a La Jornada José Alfonso Suárez del Real, a cuya intermediación se debe la materialización de esta iniciativa.

“Ésta es la autorizada por los Museos del Vaticano y será la réplica tanto del interior como del exterior de la capilla; además, contiene otros elementos museográficos”, detalló el ex titular de las secretarías de Cultura y de Gobierno de la Ciudad de México.

“Se trata de una colaboración con los Museos del Vaticano para conmemorar tres décadas del establecimiento de relaciones entre nuestro país y el Estado Vaticano”, agregó.

Entre junio y agosto de 2016, frente al Monumento a la Revolución se exhibió una recreación del icónico salón, la cual fue visitada, según sus organizadores, por casi un millón de personas, aunque en ella, recordó el funcionario, sólo se reproducían los aspectos del interior.

Fue la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien anunció el pasado viernes en conferencia de prensa la instalación de aquella réplica en pleno corazón de la capital del país. No dio más pormenores, sólo que este 4 de abril se hará el anuncio oficial y que la concreción del proyecto fue posible gracias a la participación de Suárez del Real.

“José Alfonso nos ayudó a esta puesta de la Capilla Sixtina en el Zócalo; él nos va a ayudar en la presentación. También va a haber una representación del nuncio apostólico en nuestro país, porque hubo colaboración con ellos”, dijo la mandataria local, quien destacó que esa exhibición es parte de la reactivación cultural y deportiva de esta urbe.

“Entre las actividades culturales, de esparcimiento, privadas y públicas, 2022 será más activo que 2019; vamos a hacer toda la presentación de las actividades turísticas, culturales que estamos desarrollando después del 10 de abril”, agregó.

La réplica de la Capilla Sixtina presentada en 2016 frente al Monumento a la Revolución, que después ha visitado otras ciudades del país, como Toluca, Querétaro y Tuxtla Gutiérrez, es producida y dirigida por Gabriel Berumen.

Se creó con más de 2 millones 700 mil fotografías bajo la supervisión de los Museos Vaticanos. Además de los frescos, incluye reproducciones de sus esculturas y de la decoración. Está hecha a escala natural, con una altura de 22 metros, 67 de largo y 28 de ancho, y una superficie de 510 metros cuadrados.

La capilla, como se conoce ahora, es una renovación de la Cappella Magna encargada por el papa Sixto IV (pontífice de 1471 a 1484), quien la consagró a Nuestra Señora de la Asunción y a quien se debe el nombre de Sixtina. El trabajo de sus famosos frescos comenzó en 1481 con artistas como Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Domenico Ghirlandaio y Cosimo Rosselli, y se concluyó al año siguiente. El papa Julio II (de 1503 a 1513, y sobrino de Sixto IV) decidió cambiar la decoración de la capilla y encargó el trabajo a Miguel Ángel, quien pintó el techo y las lunetas en la parte superior de las paredes. La obra fue terminada en 1512 y, en la celebración del Día de Todos los Santos, Julio II la inauguró con una misa solemne. Los nueve paneles centrales muestran las historias del Génesis, desde la creación del hombre hasta su caída, el diluvio y el resurgimiento de la humanidad con la familia de Noé.

En ese espacio se lleva a cabo el cónclave, reunión del Colegio Cardenalicio mediante el cual son elegidos los Papas y cuyo resultado es anunciado al mundo a través del humo blanco que brota de la chimenea de la Sixtina.