El Instituto Nacional Electoral (INE) tiene ya en sus manos –en las de sus consejeros, deberíamos decir para ser exactos–, los datos duros, la pruebas de cómo y quiénes han orquestado campañas de odio en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
Los informes son precisos, detallan los movimientos que se han hecho en las redes para atacar a los personajes arriba citados; ahora sólo queda que el organismo actúe apegado a la ley para aclarar la denuncia que se ha ratificado en el mismo INE.
Nadie tiene la suficiente confianza como para decir que el organismo electoral hará justicia. Si se tiene en consideración que entre el electoral y el gobierno hay un fuerte contrapunteo, por decir lo menos, las posibilidades de que se actúe en contra de quienes han tratado de dividir y engañar con mensajes de odio son muy bajas, para muchos nulas.
El INE que en esencia debería nada más organizar y contar, se ha convertido en un juzgador maniqueo a favor de intereses políticos que no parecerían ir a favor de una mejor democracia, sino de su perversión, tendría que emitir su juicio a la brevedad, pero eso parece que no sucederá.
Seguramente escucharemos una serie larga y pesada de descalificaciones a las pruebas presentadas por Morena, y se tratará de reducir en su importancia el trabajo que prueba que hay actores, como la empresa política Latinus, que han invertido mucho dinero en la compra de comentarios falsos para tratar de descarrilar al tren de la 4T.
Sería muy importante que el INE diera la cara para otorgar razón del tiempo y la importancia que tendrá el trabajo que deberá realizarse a fin de corroborar la denuncia y juzgar el hecho, cosa que no parece muy viable por los antecedentes que rodean el conflicto que ya mencionamos.
Los datos, hoy en manos de los consejeros electorales, analizaron las publicaciones en Twitter del 7 al 14 de febrero, más de 161 mil mensajes, unos provenían de cuentas con muy pocos o nulos seguidores, pero que emitían hasta 400 comentarios por día, por ejemplo.
Las cuentas falsas abundaron en el análisis y en ataques a la persona de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, lo que da cuenta de una acción concertada dirigida a golpear a esos servidores públicos, por lo que además se pedirá que se instalen algunos mecanismos que puedan identificar los llamados bots con los que se construyen las campañas de odio.
La prueba para el INE es de mayor importancia con la finalidad de tratar de reponer un tanto de la credibilidad perdida, por lo que cuanto más rápido dé la cara y proponga una fecha para la entrega de resultados, todo será mejor para todos. Ojalá no se esconda en descalificaciones y pretextos absurdos.
De pasadita
La escandalosa respuesta en manada que se levantó en contra del ministro Arturo Zaldívar ha hecho mucho más creíble su relato.
Zaldívar es un juez que se ha ganado el respeto de muchos, mientras Calderón ha perdido el respeto de todos, pero aun así, en una misión imposible, Margarita Zavala ha tratado de contener los daños cada vez mayores, cada vez más profundos en contra de un gobierno fallido como fue el de su marido.
No hay nada que hacer, la verdad de Zaldívar no puede competir contra el inmenso saco de patrañas, saqueos y muerte que marcó el gobierno panista de Felipe Calderón en los medios de comunicación, pero con toda seguridad la cosa es diferente en el ánimo de la gente. Ya veremos.