Ciudad de México. Cada vez más mujeres recurren a la reproducción asistida para tener un hijo. Ana Paola Sánchez Serrano, egresada de la Facultad de Medicina (FM) y socia fundadora del Centro de Reproducción Procrea, señaló que hoy en día, ellas postergan su embarazo más allá de los 40 años de edad, porque priorizan su desarrollo profesional y laboral, el cual no se logra a los 20 años, edad biológicamente idónea para embarazarse.
Indicó que la incidencia del uso de la reproducción asistida ha aumentado a causa del matrimonio a edad más avanzada; se pospone la maternidad, además de concebir un menor número de hijos, el mayor uso de anticonceptivos; al tiempo que se incrementa la exposición a sustancias tóxicas como tabaco, y a enfermedades de transmisión sexual.
Gracias al avance de la ciencia, actualmente se aplican con éxito técnicas de reproducción asistida para ayudar a las parejas que naturalmente no pueden tener hijos, ya sea por su edad o diversos padecimientos.
Agregó que la infertilidad es un problema de salud pública que atañe a numerosas parejas, varias de ellas buscan a toda costa concebir un bebé. La posibilidad de quedar embarazada en el humano es relativamente baja, de un 20 a 25 por ciento en las parejas sanas, aunque esto se asocia totalmente a la edad. Entre más joven es la pareja mayor es la posibilidad de quedar embarazada.
Apuntó que de 50 al 60 por ciento de casos que no lo consiguen están asociados a problemas de la mujer; de 40 a 50 por ciento al hombre y de cinco a diez por ciento a causas desconocidas.
Detalló que entre las técnicas más comunes y modernas de reproducción asistida destacan el coito programado con inducción de ovulación, que busca optimizar ese periodo para programar las relaciones sexuales con el fin de conseguir un embarazo. Se usa principalmente en parejas jóvenes con problemas de infertilidad leves o en quienes quieren una alternativa a las técnicas de reproducción asistida tradicionales.
Otra es la inseminación artificial o intrauterina, consistente en inyectar directamente en el útero una muestra de semen procesado para facilitar la llegada de los espermas al óvulo, para aumentar las probabilidades de fecundidad. Es utilizada frecuentemente cuando el esperma o moco cervical tienen baja calidad, lo que impide el correcto desplazamiento de los espermatozoides.
La fertilización in vitro es el tratamiento, mediante el cual la fecundación del óvulo no se da dentro del útero materno, sino en el laboratorio por medio de diferentes técnicas.