La polémica por un caso de dopaje que precedió la primera defensa de Óscar Valdez del cinturón de peso ligero junior del Consejo Mundial de Boxeo contra Robson Conceicao, se acrecentó aun más con las tarjetas de los jueces, que se decantaron en decisión unánime de 117-110, 115-112 y 115-112 por el mexicano, quien terminó con el rostro cortado, en el combate en el que el brasileño lució dominante, aunque Valdez consideró que el rival se dedicó “a correr”.
Valdez saltó al cuadrilatero circunspecto, muy “dolido” por el descrédito de su imagen desde el dopaje positivo adverso hace dos semanas con una sustancia que si bien no mejora su rendimiento, aparece en la lista de prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje, una situación que está seguro de resolver.
El sonorense dio positivo a la sustancia fentermina el mes pasado, pero su defensa del título contra Conceicao continuó, luego de un fallo emitido el jueves por la Comisión Atlética de la Tribu Pascua Yaqui. El CMB declaró además que no despojaría a Valdez de su título retenido en Tucson, Arizona.
Previo a la contienda estelar, Saúl Canelo Álvarez llegó al anfiteatro del Casino del Sol para alentar al campeón. “Óscar Valdez es una persona muy responsable, entrena como loco. Es un honor tenerlo en el equipo. Somos un equipo y es lo que nos mantiene, si al final nos critican como equipo, que vengan. Queremos seguir creciendo”, dijo Álvarez.
