Ciudad de México. Con el objetivo de ampliar en hasta 30 por ciento el número de contribuyentes, el gobierno federal pone al centro de sus modificaciones fiscales para el próximo año la creación de un Régimen Simplificado de Confianza, acompañado de medidas de simplificación que aplicarán tanto a personas físicas como a empresas, instituciones y asociaciones.
El diseño de esta política tributaria se centra en el pago de impuesto sobre la renta (ISR) para personas que ingresen menos de 3 millones 500 mil pesos al año y empresas y asociaciones cuyas entradas no rebasen los 35 millones de pesos anuales, es decir, va hacia los pequeños contribuyentes no a grandes corporativos. La meta es simplificar el pago de impuestos, de manera progresiva, y no reducir la liquidez de los negocios.
La simplificación tributaria que se extiende a personas físicas —si ya tributan o lo harán por primera vez— consiste en una serie de cuotas fijas que establecen cuánto se debe pagar, en función de cuánto se ingrese. Según las autoridades hacendarias, el objetivo es evitar mayores trámites a los contribuyentes, como el que deban gastar en un contador o especialista, para identificar cómo o cuánto entregar de impuestos.
Cuotas en función del ingreso
En este punto, si una persona tiene un ingreso anual de 300 mil pesos, o menos, debe pagar una cuota de 1 por ciento. Si sus entradas van de 300 mil 1 pesos a 600 mil, debe entregar al fisco 1.1 por ciento de ese dinero.
Si sus ingresos van de 600 mil 001 pesos hasta un millón de pesos, su cuota al fisco será de 1.5 por ciento; y, por último, de 2.5 por ciento si ingresa más de un millón de pesos hasta el límite de este esquema, que es de 3 millones 500 mil pesos anuales. En todos los casos sólo se deben multiplicar dichas cuotas por el ingreso bruto recibido.
En la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, el gobierno federal considera que este sistema de simplificación disminuirá la carga administrativa para los contribuyentes, permitirá a éstos calcular sus pagos sin recurrir necesariamente a un contador o tercero para que les ayude, lo que incentivará la entrada de causantes que hasta ahora evitaban la entrega de impuestos por la carga burocrática y económica.
Esta medida podría alcanzar a 21 millones de micro y pequeños negocios, “entre quienes ya tributan actualmente y los que potencialmente tendrían incentivos para migrar al sector formal de la economía”, considera el gobierno.
Detalló que para tributar tributar en este Régimen Simplificado de Confianza se deben seguir los siguientes pasos:
Inscribirse o actualizar su Registro Federal de Contribuyentes.
Generar un firma electrónica avanzada y activar el buzón tributario.
Expedir y solicitar facturas a través del Portal del SAT.
Ingresar al Portal del SAT donde se encontrará la información precargada del contribuyente.
Generar la línea de captura y realiza el pago correspondiente, en caso de que proceda.
Liquidez para pequeñas y medianas empresas
Para las empresas con ingresos anuales de hasta 35 millones de pesos se propone la creación de un régimen tributario que les permita calcular el ISR con base en los ingresos que efectivamente ya recibieron y no en los que se supone que le deben entregar terceros que las contraten, conocidos como ingresos devengados.
Esto no quiere decir que se les reduzca la tasa empresarial de 30 por ciento, pero sí podrán calcular su entrega tributaria con base en el flujo de recursos que efectivamente entran a los negocios y no en aquellos sobre los cuáles tiene derecho. Esto busca apoyar la liquidez de las unidades económicas, comentó el gobierno federal.
También se permite a la empresas depreciar sus inversiones con tasas de descuento mayores que las vigentes, el objetivo es fomentar la inversión y la creación de empleo, agregan los documentos propuesta de política tributaria para 2022, entregados el miércoles al Congreso mexicano.