Ciudad de México. El jefe de la delegación regional del Comité de Internacional de la Cruz Roja para México y América Central, Jordi Raich, destacó que actualmente hay alrededor 39 mil cuerpos no identificados y unas 89 mil personas desaparecidas en el país, según cifras documentadas por la sociedad civil organizada.
Al participar en la inauguración del XII Encuentro Nacional de Servicios Médicos Forenses, el presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, afirmó que hoy como nunca se requieren unidades de identificación robustecidas con personal especializado y el banco de datos post mórtem más robusto de la historia.
Así como de panteones ministeriales o mausoleos públicos que brinden un espacio digno e individual a cada fallecido; y hacer realidad nuevos laboratorios, infraestructura y recursos digitales, aún cuando en los últimos 12 años se han generado protocolos de identificación odontológica, genética, antropológica y médico-forense.
Hoy en día, señaló, se trabaja en la generación de esquemas de gestión, identificación y tratamiento de cadáveres de identidad desconocida o no reclamados, así como para dar debido acompañamiento y orientación a las víctimas indirectas.
Destacó que, el encuentro suma la capacidad del PJCDMX y de su Instituto de Ciencias Forenses con el trabajo de instituciones insignias como la Cruz Roja Internacional, la Fiscalía General de la República, la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, agencias de servicios forenses, periciales y fiscales especiales de todo el país.
Jordi Raich, por otra parte, afirmó que estos encuentros han permitido una colaboración que ha contribuido a fortalecer las capacidades del sistema médico-legal en el país para responder de manera más efectiva a la problemática de personas desaparecidas por causa de la violencia.
Algunos logros recientes, que favorecen la búsqueda de personas desaparecidas en el país, son la aprobación de la Ley General de Desaparición de Personal, y el desarrollo de protocolos homologados de buenas prácticas que requieren ser aprobados en materia de arqueología, antropología, medicina y odontología forense y necropsias.
Sin embargo, existe un gran camino por recorrer para una implementación eficaz de la ley y la homologación de la práctica forense, en sus diversas especialidades, pues de lo contrario, los mecanismos de gestión de información que forman parte del proceso de identificación forense pueden verse afectados, alertó.