Guadalajara, Jal., Los tres hermanos González Moreno, secuestrados en Guadalajara por un grupo criminal el pasado 7 de mayo y hallados muertos dos días después, perecieron por “asfixia mecánica” (estrangulación), informó ayer el fiscal estatal, Gerardo Octavio Solís.
El funcionario rehusó dar detalles sobre las causas del deceso de Ana Karen, José Alberto y Luis Ángel, privados de la libertad la noche del pasado viernes y encontrados muertos a un lado de la carretera en San Cristóbal de la Barranca, junto a una manta con amenazas.
“En razón de los datos obtenidos puedo decir que tenemos avances sustanciales que comienzan a clarificar un poco más hacia dónde debe avanzar la investigación. Por sigilo y para asegurar el éxito de esta investigación, no podremos hacerles partícipes de muchos datos, sólo reiterar a los jaliscienses que estamos trabajando intensamente”, dijo Solís en rueda de prensa virtual.
Sin embargo, a pesar de los avances en la indagatoria, el fiscal reconoció que se mantienen las tres hipótesis iniciales acerca del ataque a los tres hermanos, uno de ellos estudiante de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La primera se refiere a que el secuestro fue por una confusión ocasionada por la prisa con que actuó el grupo armado. La segunda, que existía relación entre los hermanos y un hombre que vive en la misma calle que los González Moreno en Guadalajara y a quien también se intentó asesinar esa misma noche, pero en Tlaquepaque. La tercera es que se trató de una agresión directa.
Respecto a si los jóvenes conocían o tenían algún tipo de relación con el hombre atacado en Tlaquepaque media hora después que se los llevaron (este sujeto se salvó por ser trasladado en un vehículo blindado y custodiado por agentes de la Fiscalía General de la República), Solís dijo que no podía responder por el sigilo de la investigación.
El asesinato de los hermanos González Moreno desató una indignada respuesta social y desde el 9 de mayo, cuando se conoció la muerte de los jóvenes, se han realizado dos marchas, una organizada por la UdeG, la cual reunió alrededor de 10 mil personas y otra convocada por amigos y familiares, que incluyó un recital de violín y chelo en homenaje a las víctimas.
Además, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y diversas organizaciones civiles han expresado su condena por lo ocurrido, subrayando el alto grado de inseguridad que viven los habitantes de Jalisco, al no estar seguros ni dentro de sus hogares por lo que exigieron resultados palpables del gobierno en los tres niveles.
La violencia está fuera de control, advierte ONG
El asesinato de los hermanos González Moreno forma parte de un clima de violencia e inseguridad al alza en Jalisco, con una impunidad casi total, advirtió Anna Karolina Chimiak, directora del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad).
En entrevista, la abogada señaló que en Jalisco –donde tiene su sede el Cepad– se vive un entorno de violaciones graves a los derechos humanos que “demuestra la omisión e incapacidad de las autoridades estatales para garantizar la seguridad y los derechos fundamentales. La violencia se ha desbordado y se ha salido de control”.
Un ejemplo de ello es que en el estado, según cifras oficiales, hay al menos 12 mil 700 personas desaparecidas y sólo en 2021 se han encontrado ocho fosas clandestinas con más de 100 cuerpos. La cantidad de restos hallados se incrementó 107 por ciento de 2019 a 2020.
Asimismo, cuatro de los 10 municipios donde se han encontrado más cadáveres en fosas se encuentran en Jalisco: El Salto, Tlajomulco, Zapopan y Tlaquepaque.
Aunque en el estado hay una institución especializada para la búsqueda de personas desaparecidas, se calcula que únicamente se encuentra a 35 por ciento de las víctimas, lo cual demuestras las “graves deficiencias” de dicha unidad.
(Con información de Fernando Camacho Servín )
