Ciudad de México. La bióloga vuelta pintora, Adriana Corach, ofreció un recorrido virtual por su primera exposición en la que combina pinturas con objetos venidos de tiempos pasados como instrumentos de medición, una escafandra de cobre, una hélice de avión, butacas de cine de madera, botellas de vidrio y una tetera que se calienta con electricidad.
El interés de Corach por las piezas vintage refleja su rechazo al consumismo, de allí que hace un llamado a la “durabilidad” de las cosas. En todo momento se hace patente su pasión por la ciencia. Varios retratos “honran” a los científicos Nicolás Tesla y Marie Curie.
La obra de Corach parte de lo que llama el “estilo industrial”: “A raíz de la revolución industrial hubo una explosión de producción en las fábricas. Los inventos surgieron y hubo una extensa migración de personas del campo hacia la ciudad; con ello hubo un voraz cambio de vida”. El estilo industrial maneja metal, acero, madera y fuego, elementos que le gustan.
Corach también levanta la voz en contra de la velocidad de la vida contemporánea. En un cuadro realizado con acrílico, a los relojes les faltan manecillas, otros están al revés o los números confusos. ¿El mensaje? “El tiempo es relativo. El ritmo lo marca nuestro pulso vital, nuestro desarrollo y no necesariamente un reloj. Escucho a mi interior y conecto de otra forma con mi trabajo”.
Los objetos decorativos que presenta hablan de su historia: “Nos hacen valorar el origen de las cosas, su elaboración, desde muebles que duran toda la vida”. Pide, “escuchar las historias que tienen que contar los objetos, ser respetuosos con quien los hizo y, sobre todo, con el ambiente en general”. Asegura, “un paso antes el reciclaje es rechazar lo desechable”.
Hace unos dos años Corach hizo un cambio de vida. Bióloga de profesión, durante tres lustros se dedicó a organizar eventos masivos. El temblor de 2017 fue un “despertar” para ella. Dijo, “no quiero regresar a mi vida normal. Quiero que sea algo extraordinaria. Desde entonces a diario he puesto atención a mis habilidades. Me pregunto, si mañana no estuviera, cómo me hubiera gustado trascender. Reafermo a través de retos personales, me salgo de mi área de confort. Desprogramé y vuelvo a construir”.
Corach se ha referido a su persona como una pintora “científica”. Explica: “No sabía cómo describirme, luego me decían artista, sin embargo no lo siento allí. Pinto todo lo que puedo, utilizo una gama de materiales, pero de manera científica porque hay un método de comprobación y experimentación. Me pregunto primero si lo que recibo de información es cierto, de dónde viene, cómo puedo experimentar y confirmarlo. Me hago mis propias hipótesis. Lo que vivimos en este momento como sociedad es la experimentación, es parte de mi ser científica”.
La exposición Adriana Corach: colección estilo industrial, se exhibió los días 18 y 19, en Chapulcafé, avenida Chapultepec 435, colonia Juárez. En ese lapso la pintora intervino el trazo de una locomotora sobre una tela. La idea es que las piezas queden a consignación.