Una mujer observa la destrucción que dejaron los huracanes “Eta” seguido de “Iota” en Haulover, una comunidad ubicada a 41 kilómetros al sur de Bilwi, en la Región Autónoma del Caribe Norte, en Nicaragua. Foto Afp / Inti Ocon
Los huracanes “Eta” e “Iota”, que azotaron Nicaragua el 3 y 16 de noviembre, respectivamente, dejaron al menos 200 muertos confirmados y diversos desaparecidos, y destrozaron casas, arrancaron árboles e inundaron carreteras a su paso por varios países centroamericanos. En la imagen, la aldea Haulover. Foto Afp / Inti Ocon
Una pareja espera por ayuda en la comunidad destruida por el paso de los huracanes, que durante la revolución de los años 80 fue escenario de enfrentamientos entre el ejército sandinista y los rebeldes de la ex Contra. Foto Inti Ocon
La devastada aldea de Haulover, tras el paso de los huracanes “Eta” e “Itoa”. Foto Afp / Inti Ocon
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Un par de niños se baña junto a una casa destruida en la comunidad ubicada a 41 kilómetros al sur de Bilwi, en la Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua. Foto Afp / Inti Ocon
Hombres en labores de reconstrucción. Foto Afp / Inti Ocon
Dos hombres cargan sus pertenencias en bolsas a su regreso a Haulover. El gobierno nicaragüense donó láminas de zinc para reparar los techos de las casas y bidones de agua, y una iglesia cristiana les suministró alimentos como arroz y frijoles, básicos en la dieta local, dijeron. Fto Afp / Inti Ocon Foto
Los aldeanos de Haulover dicen que rechazaron una oferta del gobierno para reubicarse en un lugar más seguro. Habituados a enfrentar los desafíos de la naturaleza, varios hombres y mujeres decidieron regresar a reconstruir su pueblo, mientras sus familiares esperan en los albergues. En la imagen, una mujer descansa en una hamaca. Foto Afp / Inti Ocon
Dos hombres cargan sus pertenencias en bolsas a su regreso a Haulover. Foto Afp / Inti Ocon