Manifestantes volvieron ayer a las calles de Tailandia para exigir reformas en la monarquía y la renuncia del premier Prayuth Chan-ocha. El martes pasado fueron citados 12 líderes de la protesta, a quienes se considera fincar cargos por el delito de lesa majestad, o difamación por insultar a miembros de la familia real. La ofensa conlleva una pena hasta de 15 años de prisión.
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Periódico La Jornada
jueves 26 de noviembre de 2020
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