Sábado 13 de diciembre de 2025, p. 25
La clausura que realizó la alcaldía Coyoacán y el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) a la construcción de la calle Popocatépetl manzana 893, lote 27, en Santa Úrsula Coapa, no fue suficiente para detener la obra irregular: apenas se retiró el personal de gobierno los trabajadores continuaron con sus labores hasta la madrugada de ayer, denunciaron vecinos.
Además, agregaron que la arquitecta encargada retiró la notificación que fue colocada en las puertas e ingresó a la obra, donde continuaron con la construcción, que ya superó los seis niveles, a pesar de que sólo se permiten tres.
A las 3 de la tarde del pasado jueves se hizo la verificación de la obra y tras constatar las irregularidades denunciadas por los vecinos, le impusieron cinco engomados con la leyenda “clausurado por violar la ley”.
La mañana de ayer, un par de hombres cubrieron con plásticos negros los sellos de la dependencia, por lo cual los habitantes de Santa Úrsula recordaron que, de acuerdo con el Código Penal, la sanción para quien quebrante los engomados es de dos a siete años de prisión, además de hacerse acreedor a una multa de 100 a 500 días de unidades de medida y actualización.
La misma pena se impone al propietario de la construcción, quien tiene la obligación de hacer que se respete la sanción, expusieron los quejosos, que desde hace varios meses han denunciado las irregularidades y los daños que esta construcción ha generado a las viviendas aledañas.
Estas obras irregulares han empezado a surgir en la colonia Santa Úrsula Coapa como oportunidades de inversión para aprovechar el Mundial de Futbol, sin que nadie los regule, aseguraron los afectados.
Denunciaron que los propietarios de la obra no sólo han violado las normas de desarrollo urbano y afectado las casas colindantes, también operan un sistema de esclavitud porque han contratado a personas migrantes de República Dominicana y Haití.
De acuerdo con los trabajadores que entrevistaron los residentes de la zona, los responsables de la obra les permiten dormir y vivir en el inmueble como parte del contrato que establecieron para trabajar, lo cual es ilegal.
Hicieron un llamado a quienes adquieren los departamentos para que no se dejen engañar, porque al no tener los permisos y promocionar la venta se está cometiendo un fraude: “no pueden vender si no cuentan con autorizaciones”.











