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Trump enfrenta la “misma dura realidad” de precios altos que prometió reducir
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▲ Voluntarios esperan bajo la lluvia con el propósito de repartir leche, papas y pavos mientras la gente llega en sus vehículos para recibir asistencia alimentaria en una acción destinada a trabajadores federales y beneficiarios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) organizada por el Banco de Alimentos de Houston, en Texas. Más de 3 mil 500 familias fueron atendidas ayer.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de noviembre de 2025, p. 13

Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo campaña con la promesa de reducir los precios al consumo que se dispararon durante el mandato de Joe Biden, pero ahora se enfrenta a la misma dura realidad que persiguió a su predecesor: los estadunidenses odian los precios altos.

La inflación se ubica en un nivel de 3 por ciento anual frente a más de 9 por ciento que llegó en su punto álgido durante el mandato de Biden. No obstante, los bienes –los que están sujetos a los aranceles de Trump en particular– cuestan más que antes y las ganancias salariales para muchos se han visto opacadas en gran medida por los incrementos de los costos.

Los precios de los alimentos van al alza, liderados por artículos que a los estadunidenses les encanta consumir: carne de res, que ha aumentado casi 15 por ciento; plátanos, 7 por ciento, y café, más de 20 por ciento, de acuerdo con los recientes datos del Índice de Precios al Consumidor.

Los precios de herramientas y ferretería (en gran parte importadas) son 6.2 por ciento más altos que hace un año, su mayor avance en más de dos años, mientras los artículos de limpieza son 5.5 por ciento más caros, la mayor subida desde diciembre de 2023.

Esta semana Trump promocionó lo que él dice que son billones de dólares en nuevas inversiones que crearán puestos de trabajo, mientras asegura que la inflación está bajo control, apoyándose en los precios relativamente bajos de la gasolina como su principal prueba.

Precios suben, aprobación baja

La creciente frustración por la gestión de Trump de la economía está reduciendo su índice de aprobación, un hecho que el mandatario reconoció esta semana. Un sondeo de Reuters/Ipsos reveló que con sólo 38 por ciento, su índice de aprobación es el más bajo desde su llegada al poder. El Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan se hundió en noviembre a su segundo nivel más bajo de la historia, con caídas en todos los niveles.

En el caso de los independientes –un electorado fundamental para las esperanzas de cualquiera de los partidos de ganar las elecciones nacionales–, noviembre marcó un mínimo histórico. Incluso los republicanos se mostraron descontentos, registrando el mayor declive de la confianza en año y medio.

La American Farm Bureau Federation estima que este año la cena de Acción de Gracias costará 5 por ciento menos que en 2024, gracias a los grandes descuentos para los pavos, pero 13 por ciento más cara que en 2019, antes de la pandemia de covid-19. La mitad de los complementos de la cena cuestan más que en 2024.

Muchos estadunidenses también están descontentos con los aranceles, comentó Scott Lincicome, del Instituto Cato, pero Trump no muestra signos de eliminarlos más allá de exenciones selectas.

El mandatario retiró esta semana los aranceles a cientos de alimentos, entre ellos el café y plátanos, y también habló de enviar cheques de 2 mil dólares (financiados con aranceles) a los hogares de ingresos bajos y medios.

Trump también está impulsando inversiones corporativas masivas en inteligencia artificial, que podrían impulsar el crecimiento, pero también reducir la mano de obra. Los inversionistas también temen que se esté formando una burbuja en las empresas tecnológicas, otro riesgo.

Trump está pregonando estimaciones poco realistas de un crecimiento económico de 6 por ciento el próximo año, dijo Lincicome. En su opinión, llegar a 4 por ciento previsto por el principal asesor económico de Trump, Kevin Hassett, ya sería un gran logro.