Crimen en Uruapan, rumor que crece
rimen político?
Aunque no hay mayores datos que nos digan que el asesinato en contra del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, fue perpetrado por miembros del crimen organizado, pese a que se tiene detenido a un presunto culpable, la posibilidad de que se trate de un atentado político crece como rumor entre la gente de la entidad.
No, no se trata de desviar la atención o de crear una pista falsa, pero como decía Franklin D. Roosevelt: en política no hay coincidencias, y cuando se dan, es que estuvieron muy bien preparadas.
Y es que los hechos, en este caso, mal aconsejan. Muy pocas cosas pueden ser tan claras como la desesperación en la que ha caído la oposición no partidista, la más fuerte, la más dura y la que tiene todos los elementos para poder manipular voluntades y conciencias, pero, sobre todo, la que no perdona y busca venganza por la suerte que ha corrido en los gobiernos de la 4T.
Decimos que no se trata de la derecha partidista porque esa se hundió en sus propios mares de corrupción e impunidad, y porque ahora a la gente de esos organismos, de los partidos políticos, la derecha poderosa los usa como la capucha con la que cubre sus rostros y sus huellas en acciones en las que está presente sin que la vean y reacciona luego con declaraciones de indignación que convencen a muchos.
Entonces sí, son ellos, los militantes partidistas, los que al final de cuentas pagan por el ilícito que les convencieron que realizaran, mientras los otros, los de la derecha dura, acumulan razones supuestas y publicables para tratar de menoscabar al régimen.
Así las cosas, en los últimos retos que se le han puesto al gobierno de Claudia Sheinbaum: los bloqueos campesinos y ahora el crimen en contra del edil de Uruapan, hay personajes priístas y panistas involucrados tanto en las negativas para solucionar los bloqueos como en el asalto al palacio de gobierno de Morelia. Los nombres y apellidos los deben tener en sus manos las autoridades que miran el caso.
Y luego luego, inmediatamente después del crimen, como en una coincidencia de esas que no existen en la política, el gobierno del señor Trump se declara listo para prestar ayuda a México, y en la cadena NBC se aseguró ayer mismo por la mañana que la administración Trump planea nuevas “misiones” en contra de los cárteles de la droga y pretende enviar a México tropas y funcionarios de Inteligencia.
Dice la cadena que aunque no es inminente la “ayuda”, ya han empezado los entrenamientos de quienes podrían llegar a nuestro país, porque esta “ayuda” estaría a cargo de un “comando especial” que operaría en suelo mexicano. Y entonces no se pierden las palabras de algunos panistas que, como muñecos de ventrílocuo, lanzan discursos argumentando lo bueno que sería la intervención gringa.
Las campañas de odio –todas sostenidas por capitales muy fuertes– han generado un clima de violencia cada vez más peligroso. ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? ¿Era necesaria la muerte de un político muy popular para dar sustento a sus campañas?
Ojalá esta vez el asesinato haya sido perpetrado por miembros del crimen organizado y no por el odio de la derecha dura, que no está débil, pero sí desesperada, y todo lo que he escrito hoy no sea más que una especulación.
De pasadita
El veto impuesto por Trump al aeropuerto Felipe Ángeles es muy serio, principalmente para la Ciudad de México, a donde ha llegado, en los últimos meses, una gran cantidad de gringos que más que venir a turistear vienen huyendo del monstruo que los gobierna. Eso lo dicen ellos, que ya comen tacos.











