Burbuja bursátil
al parece que el mercado bursátil no mide riesgos. Las acciones tecnológicas suben como la espuma y entre más alto es su precio, más inversionistas se suben a la ola. La inteligencia artificial es la cereza del pastel, porque hay la percepción de que cambiará las relaciones entre los seres humanos, tanto al nivel del empleo como de la vida cotidiana.
En estas condiciones, las “siete magníficas”: Nvidia, Tesla, Meta, Alphabet, Amazon, Apple y Microsoft han subido de precio en promedio más de 75 por ciento en menos de dos años y el futuro del mercado depende de la percepción sobre estas grandes empresas, de las cuales Apple y Microsoft superan una valoración de 4 billones de dólares y Nvidia de 5 billones de dólares, montos nunca alcanzados en el pasado.
El gran peligro es que el alza de los precios no tiene relación con las utilidades actuales. La compra de esas acciones se realiza tomando en cuenta las proyecciones sobre utilidades futuras, las cuales se espera que crezcan como la espuma a lo largo de los próximos años. Además, los compradores creen que otros inversionistas piensan lo mismo y que el precio de estos papeles mantendrá su tendencia alcista.
También hay que considerar que parte del crecimiento de las siete magníficas se hacen con un endeudamiento creciente utilizado en la construcción de infraestructura. No sólo se trata de créditos bancarios, sino de asociaciones y préstamos entre proveedores de servicios y operadores, en un complejo proceso de ingeniería financiera, por lo que las cuentas alegres se inflan muchas veces sin el sustento adecuado.
Otro elemento que influye es la gran liquidez que hay en el mercado, producto de la lluvia de dinero que lanzó el gobierno en la pandemia, con el objetivo de evitar una recesión. Parte de ese dinero adicional se mantiene en los mercados financieros y en particular en el accionario.
Pero no hay alza que dure cien años, ni empresa que aguante ritmos de crecimiento de dos dígitos en el largo plazo. Muchas firmas se encuentran sobrevaluadas, tomando en cuenta los indicadores básicos, por lo que tarde o temprano bajarán de precio. Cuando llegue ese momento, es probable que se presente una fuerte recesión, por lo que hay que prepararse para el periodo de “vacas flacas”.











