El dramaturgo argentino presentó su obra de teatro experimental en el festival Cervantino
Domingo 26 de octubre de 2025, p. 3
Guanajuato, Gto., Pompeyo Audivert, una de las figuras más reconocidas en el teatro experimental argentino, presentó la puesta en escena Habitación Macbeth en la edición 53 del Festival Internacional Cervantino.
Un Macbeth con expresividad de Nosferatu interpreta a todo el elenco de la obra. Esa habitación, que es el cuerpo y el cerebro de Audivert, se encuentra tan sacudida por los personajes creados por Shakespeare en 1606, que la obra bien podría titularse La invasión Macbeth.
La idea de montar una versión unipersonal de este clásico del teatro surgió a Audivert de forma casi forzada, cuando al principio de la pandemia, que significó en Argentina, y en todo el mundo, un aislamiento forzoso de la población, no podía contar con un elenco que se trasladara a los ensayos.
“Cada uno lleva en la frente la inicial del muerto del que proviene”, es una de las frases con la que abre la obra y queda claro desde el comienzo que Habitación Macbeth no necesita atarse a un hilo argumental para emanar magma shakesperiano concentrado.
Se supone que trabajar en una obra basada en un libro de Shakespeare significa un momento cúlmine para quienes poseen el oficio teatral; sin embargo, para Audivert, Macbeth significó un bienaventurado peligro, un precipicio desde el cual observar el vacío que precede a la creación.
Borges y Mann
El autor considera que Macbeth es una obra que fue rensamblada a lo largo del tiempo a partir de fragmentos, por lo que no tuvo inconveniente en modificar el libro original, para lo cual se inspiró en Jorge Luis Borges y Thomas Mann.
El anhelo, lo fantasmal y la ambición de poder, temas centrales de Macbeth, tienen en la versión de Audivert un correlato con la lamentable situación política actual de Argentina, la cual se insinúa cuando el nuevo rey ofrece un discurso delante de su Corte, muy similar a la clásica conferencia de prensa que ofrecen los mandatarios al asumir el cargo.
Además de reversionar una obra tradicional, Habitación Macbeth es un juego con la audiencia sobre la vigencia de Shakespeare, también sobre la actualidad y la repetición perpetua de los dilemas planteados hace tiempo.
En la versión de Pompeyo Audivert, Macbeth resucita; se repiten al final las líneas exclamadas al comienzo, una forma de exponer el mecanismo del medio sin romper el hechizo, recurso definido por el autor como: “mostrar al teatro como una maquinaria en pelotas”.
Audivert definió Habitación Macbeth como “el intento de arrojar junto a William Shakespeare una pedrada en el espejo también en cuanto a las formas de producción, violentando la actuación y exaltando su metáfora: el actor como habitáculo, zona de encarnaciones, estructura de una presencia desparasitada del yo histórico y en disposición de manifestarse, de salir a la luz, de representarse teatralmente. La actuación como fenómeno paranormal, como alcance teatral de esa identidad de estructura donde habita nuestra presencia”.
Actualmente, Pompeyo Audivert se encuentra trabajando en una versión de Hamlet.











