Viernes 24 de octubre de 2025, p. 6
La disputa por los contratos de carbón con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ocasionó un pleito a golpes e insultos entre los diputados Theodoros Kalionchiz (PAN) y Ricardo Mejía (PT), ambos por Coahuila, en una reunión privada de integrantes de la Comisión de Energía con directivos de la empresa, en las oficinas de Reforma e Insurgentes.
Diputados presentes, así como Mejía y el propio Kalionchiz confirmaron que, cuando éste defendía su estatus de empresario, el petista se burló del panista con una referencia muy personal: su matrimonio con una de las integrantes de la familia Arizpe, la segunda más rica del estado que opera el grupo Arca Continental.
“¡Braguetero!”, le soltó Mejía. El panista se levantó de su asiento y se lio a golpes y mentadas de madre con el legislador del PT que, según diputados de PRI y PAN, abogó en la reunión los intereses de Antonio Tony Flores, diputado local petista y dueño de la empresa Minerales Don Chilo, que no ha recibido contratos de CFE.
Según los testimonios, los funcionarios separaron a Kalionchiz y Mejía quien, al calor de los manotazos, les lanzó: “¡Nos vemos el lunes!” Ese día comparece ante comisiones la directora de la empresa, Emilia Esther Calleja Alor.
Ayer, después del escándalo, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, dijo que hablará con la funcionaria, la presidenta de la comisión, Rocío Abreu, y los coordinadores parlamentarios, para revisar si hay condiciones para la comparecencia.
Mejía Berdeja regresó ayer a la cámara para informar a Monreal del conflicto. “Me echaron a sus perros, seguramente enviados por el gobernador”, Manolo Jiménez, le dijo. Y es que en la reunión donde se verían detalles de la comparecencia, la priísta Verónica Martínez le reprochó que defendiera a Tony Flores.
En entrevista, el legislador del PT admitió que le lanzó el insulto a Kalionchiz. “Se jactaba de que es un gran empresario y yo le dije ‘es gente que es mantenida y da el braguetazo’ y eso le dolió mucho. ¡Ja, ja, ja!”
Mejía se quejó de que, en el sexenio pasado, el negocio del carbón “se repartía entre 70 empresas y ahora entre 26” que, afirmó, se concentran en empresas vinculadas a Régulo Zapata.
Kalionchiz emitió un video donde dio su versión. Sostuvo que las provocaciones de Mejía derivaron “en un incidente”. Él no forma parte de la comisión y su asistencia tuvo como único propósito abogar por su amigo, el dueño del Lamborghini, para el que quiere contratos.
“Le faltó al respeto a mi madre y a mi esposa, lo cual es inaceptable en cualquier ámbito, y mucho más en la vida pública”.












