Jueves 25 de septiembre de 2025, p. 29
Acapulco, Gro., “Se repitió la historia un año después”, expresaron habitantes de la colonia Alejo Peralta, en la parte baja de la carretera Puerto Marqués-Cayaco, al recordar que en septiembre de 2024 el huracán John ocasionó inundaciones y deslizamientos de lodo y tierra, de casi un metro 70 centímetros de altura en sus calles y casas.
Ahora sólo fue agua, tras el fuerte aguacero de ayer en la madrugada, apuntó Jesús Villanueva, quien añadió que en esta zona fueron reubicados damnificados del huracán Paulina, el cual azotó Acapulco el 9 octubre de 1997, cuyos residentes siguen enfrentando las inclemencias del tiempo y la falta de planificación urbana.
Lamentó que continúen las inundaciones y avalanchas de arena de las partes altas de los cerros colindantes de la unidad habitacional Colosio cuando hay lluvias intensas.
Jesús recordó que “a esta colonia llegó gente que se quedó sin casa, se la trajeron de las barrancas, de las colonias destruidas por el agua”.
Mientras él y su esposa retiran piedras y tierra de la calle Los Venados, todavía anegada por tres horas de lluvia intensa, manifiesta: “quienes construyeron aquí yo creo que no estudiaron, esto siempre fueron humedales”.
Narró que tiene siete años viviendo en la colonia Alejo Peralta, donde ya padeció los huracanes Otis (octubre de 2023) y John, además de varias tormentas como la de ayer en la madrugada.
Relató que “con John todo se inundó de agua y tierra (fenómeno natural que se originó el 23 de septiembre del año pasado para amanecer 24).
“Se rompió una barda y todo se anegó, por eso tardamos más en limpiar. Ahora fue pura agua y ya casi se bajó toda”, comentó cerca del mediodía.
Villanueva explicó que para evitar más inundaciones en un futuro en la Alejo Peralta, territorio que visitó la presidenta Claudia Sheinbaum en octubre de 2024 tras el paso de John, se requiere una obra de ingeniería que refuerce el canal pluvial que divide en dos sentidos el corredor carretero Cayaco-Puerto Marqués, pues el agua que baja de los cerros supera su capacidad cuando hay una tormenta.
En tanto, brigadistas municipales trabajan con cuatro máquinas retroexcavadoras en la carretera principal que une Puerto Marqués, Llano Largo, Coloso y Cayaco para retirar arena y lodo, labor que parecía interminable, pues el líquido no deja de descender del monte.
Personal de servicios públicos municipales de Acapulco recolectó alrededor de 200 toneladas de arena y lodo ayer en la mañana en la vía Cayaco-Puerto Marqués, a la altura de la colonia Alejo Peralta, informó la dependencia.