
Martes 23 de septiembre de 2025, p. 30
Puebla, Pue., La Coordinadora regional de comisariados ejidales y comunales de la cuenca Libres Oriental y el Centro de Estudios Ecuménicos (CEE) denunciaron tiraderos clandestinos a cielo abierto, donde se presume que la empresa Granjas Carroll deposita desechos de sus operaciones porcinas y alertaron que eso representa un riesgo ambiental y de salud, pues no reciben tratamiento.
Al respecto, Jesús Pérez Juárez, sociólogo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y miembro del Centro de Estudios Ecuménicos, denunció en entrevista que como prueba, los afectados han presentado material gráfico donde se ven los residuos porcinos al aire libre.
Señaló que representantes de la transnacional porcícola han intentado justificar esta práctica, arguyendo que son abono orgánico.
Ante esta situación, dan acompañamiento a los ejidatarios y documentan los problemas de salud en la comunidad de San José Morelos, municipio de Libres.
Los afectados señalaron que la mayoría de estos desechos no son compostables, lo que contamina el suelo y deteriora el ambiente.
El académico precisó que la problemática se centra en terrenos de San José Morelos, donde se ha identificado que los basureros son temporales, debido a que permanecen en un punto durante algunas semanas y luego los trasladan a otro lugar. Según el testimonio de los campesinos, los predios contaminados vuelven a utilizarse como tierras de cultivo.
El sociólogo explicó que ante la ausencia de respuestas institucionales, la CEE, así como consejos de vigilancia y comisariados de ejidos vecinos, decidieron hacer pública la situación y exigir a las autoridades la clausura inmediata de los tiraderos clandestinos que no cuentan con el permiso de ninguna autoridad, así como la retirada definitiva de Granjas Carroll de la región, y la garantía de que no se otorguen nuevos permisos a más empresas en la Cuenca.
El académico de la BUAP destacó que en la localidad se han manifestado los primeros impactos sanitarios, citó a un poblador –de quien omitió su nombre–, quien comentó que un menor de su familia desarrolló un grave padecimiento cutáneo, que le dejó cicatrices permanentes tras haber estado en uno de los vertederos.
Detalló que el declarante afirmó que esta situación no se trata de un hecho aislado, debido a que otros lugareños han reportado lesiones en la piel y episodios de fiebre elevada por la picadura de insectos que aseguran, provienen de las lagunas de lixiviados de las granjas.
Jesús Pérez adelantó que el pueblo interpondrá una denuncia en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.