Opinión
Ver día anteriorSábado 20 de septiembre de 2025Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Homenaje a todos los Tenamaztle
L

a dominación española en América fue en verdad salvaje. A más de las acciones “a fuego e a sangre”, la crueldad cotidiana de los primeros 30 años dio lugar a una reducción de 50 por ciento de la población nativa. Pero, además, una vez impuesta la civilización ibérica, los “beneficios” de ésta hicieron que la demografía nativa se fuera reduciendo hasta llegar, alrededor de 1650, a 5% por ciento de lo que había sido 130 años atrás. Ello sin contar con lugares como las islas del Caribe en que los pobladores originales fueron de plano exterminados, lo mismo que ocurrió, ya en el siglo XVIII, llamado “de las Luces”, en algunos lugares del México.

Primero se justificó la masacre por el ansia de obtener metales preciosos; después para nutrirse de la tierra mediante la sobrexplotación de su mano de obra, cuya condición en verdad de esclava se pretendía disimular con disposiciones en apariencia benevolentes y el manto “protector” de frailes, españoles, que coadyuvaban al sometimiento…

Unos se consideraban nacidos para mandar y gozar de las riquezas, pocas o muchas, que se obtenían con el sudor y la sangre de los nativos, quienes quedaban definidos por las propias leyes morales y cívicas para callar y obedecer.

Hubo, es cierto, uno que otro fraile que se compadeció de la situación y levantó la voz en señal de protesta, otros incluso emprendieron gestas en defensa de los vencidos.

Desgraciadamente, muchos nacidos en este suelo, con sentimientos más hispanos que mexicanos, haciendo valer su condición socioeconómica de privilegio, esgrimen los mismos argumentos pero incluso se los percibe suspirando por todo lo español, entre más cercano a su fascismo endémico, mejor.

No digamos de muchos españoles de hoy, herederos directos de ese franquismo inherente a España que tanto daño le hizo a ella misma y a la Europa occidental.

En octubre del año 2021, casi como corolario a una retahíla de barbaridades y estupideces con que elevados capos de la ultraderecha española quisieron agredir a México, donde se percibía que corruptas empresas de ese país corrían peligro, hubo quienes declararon que los españoles no conquistaron ni sometieron a los indígenas, sino que los liberaron… Uno de ellos se reputaba como representante de un mediocre equipo de futbol llamado Español, que con mucha frecuencia se halla en segunda división…

Lo sobresaliente es que tamaña imbecilidad tuvo una gigantesca cobertura de la prensa. Por fortuna la tuvo también nuestra respuesta entre gente de otra categoría.

Tomando en cuenta estas circunstancias, cobra mayor importancia el hecho de que la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco encabezara dos acciones que tuvieron un gran valor.

Por una parte, haber conseguido que la estatua de Tenamaztle, de gran calidad por cierto, primeramente escondida en un islote en el Parque Alcalde y después reunida con una muy fea de Cuauhtémoc, en el barrio de Analco, haya sido colocada en lo que puede considerarse el mero centro de la ciudad de Guadalajara, a espaldas del Teatro Degollado.

No faltaron quienes mostraron su desagrado, pero la mayoría agradecemos que ahora esté ahí.

La otra, fue la publicación de dos textos sobre Tenamaztle que subrayan lo planteado más de dos docenas atrás por Miguel León-Portilla, cuando preparó su libro La flecha en el blanco. F rancisco Tenamaztle y Bartolomé de las Casas en lucha por los derechos de los indígenas, 1541-1556, cuya primera edición se debió a El Colegio de Jalisco.

En concordancia con este libro el mencionado Colegio le puso el nombre de “Tenamaztli” al auditorio de la institución.

En este texto se habla en plural del nombre del gran héroe cazcán por dos razones: una porque es posible que haya habido al menos dos con el mismo nombre, otra, para englobar con éste a otros personajes de conducta similar que existieron más o menos en el mismo tiempo en otros lugares del continente, también merecen el recuerdo y el homenaje que en Jalisco le rendimos al gran líder indígena. A su modo también procuraron la defensa de los derechos humanos de su gente, ante la feroz arremetida de los españoles.