
Sábado 13 de septiembre de 2025, p. 18
Miles de ciudadanos salieron ayer a las calles de Río de Janeiro, San Paulo, Brasilia y otras ciudades de Brasil para continuar con el festejo de la histórica condena contra el ex presidente Jair Bolsonaro, sentenciado el jueves a 27 años y tres meses de prisión por intento de golpe de Estado.
También en la capital brasileña, sus seguidores se reunieron frente a la residencia del ex mandatario para acusar que el juicio fue “políticamente motivado” y una “cacería de brujas”.
En Río de Janeiro, las movilizaciones se realizaron al ritmo de la samba, informó France 24, mientras que en San Paulo los asistentes desplegaron una bandera que ocupaba los dos pisos de una vieja casona, con el rostro de Bolsonaro entre rejas, y marcaba el inicio de la celebración, que se extendió por toda la calle con carros de comida, muñecos inflables e incluso venta de camisetas temáticas, reportó Swiss Info.
La defensa de los ocho condenados en el proceso penal relacionado con la conspiración golpista ya prepara sus argumentos para impugnar el resultado del juicio ante el Supremo Tribunal Federal.
Tras la condena de Bolsonaro y sus aliados, impulsarán las llamadas mociones de aclaración sobre algunos puntos de la decisión y las utilizarán para impugnar posibles inconsistencias en el cálculo de la sentencia para beneficiar a sus clientes con una pena menor, señaló O Globo 100.
Paulo Bueno, abogado de Bolsonaro, solicitará la detención del ex presidente en su domicilio de Brasilia. “Ya estamos viendo algunas omisiones. Por ejemplo, el tema de la organización criminal armada. No había armas”, dijo.
Buscarán la amnistía
Thiago Bottino, profesor de derecho penal de la Fundación Getulio Vargas, consideró que Bolsonaro no irá a la cárcel hasta “después de que todos los recursos se hayan agotado”, informó Afp.
Según la Corte Suprema, el juicio debe ser convalidado primero en una audiencia el 23 de septiembre. Luego tiene 60 días para publicar un documento que compile las deliberaciones del proceso. A partir de entonces, la defensa tendrá cinco días para apelar.
El campo bolsonarista va a “unir al parlamento” en torno a un proyecto de ley de amnistía que lo beneficie, dijo su hijo mayor, el senador Flávio Bolsonaro.
De ser aprobada una amnistía, sería seguramente vetada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y terminaría en la Corte Suprema, pero algunos jueces del tribunal ya adelantan que un perdón sería inconstitucional.
En este contexto, la cancillería de Brasil aseveró ayer que la democracia del país no se verá intimidada por “amenazas” como la del secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, quien afirmó que Washington “responderá como corresponde” a la sentencia contra Bolsonaro.
Brasilia afirmó en un comunicado que continuará “defendiendo la soberanía del país frente a agresiones e intentos de injerencia, vengan de donde vengan”.