Migdalia van der Hoven // De Monterrey a Inglaterra
igdalia van der Hoven es todo un suceso en estos tiempos. Esto se veía venir desde su primera juventud en su natal Monterrey, cuando aún se le conocía como Migdalia Tamez y ya tocaba la batería en proyectos de folklor, en diferentes iglesias o con sus cuates del Tec de Monterrey.
Hija de la famosa pianista clásica Migdalia Treviño, renunció al piano cuando empezó a tomar clases de alto nivel con el cubano Noel Savón y con el regio Milo Tamez, quienes le mostraron dos rostros diferentes –que no opuestos– de la misma magia en las percusiones, y en la batería en particular. El instrumento la adoptó de por vida.
Ya desde entonces, Migdalia iba más allá de su excelencia como baterista; porque no se trataba (no se trata) nada más de su poder instrumental y su disciplina; o de su enorme vocabulario y su versatilidad para abordar y sumergirse en los distintos esteros de la música. Migdalia tenía un beat muy especial. Tenía un don.
Aunque los planes eran otros. Ella había estudiado administración de empresas para integrarse al negocio familiar, pero después de titularse había un periodo de dos meses libres y se fue a un curso de verano en el Berklee College of Music. Este viaje le cambió la vida.
“Era un curso de verano de cinco semanas en Berklee –nos cuenta Migdalia–. Pero ya estando allá, conocí a un maestro mexicano que se llama Víctor Mendoza.”
De excelencia. Ahora es director de Berklee en España.
“Así es, En Valencia. Y cuando audicionó para que vieran mi nivel, presenté un solo de batería como de tres minutos con todos los ritmos latinos, como lo afrocubano, el latín jazz y todo eso. Y luego luego me ponen en el ensamble de Víctor Mendoza. Y yo sin saber absolutamente nada.
“Entonces lo conozco, y ya terminando el programa hubo un concierto muy grande con los mejores ensambles y así escogen el mío. Le hablo a mi mamá para que viaje a Boston, le presento a Víctor y él le sugiere: ‘Oye, ¿por qué Migdalia no mete solicitud para ingresar a Berklee?’ Y ahí me quedé.
“En el último semestre conocí a quien es mi marido actualmente. Wikus van der Hoven. Él es sudafricano, es saxofonista. Nos casamos un año y medio después. Él ya había trabajado un tiempo en Inglaterra y decidimos venirnos acá. Eso fue hace 13-14 años.
“Tuve a mis dos hijas, llegó el covid y todos cerraron. En 2020 decidí dedicarme 100 por ciento a la música y me dediqué a establecer mi línea y hacer diferentes proyectos. Todo empezó tocando covers de canciones populares y las hacía salsa. Mi meta era establecerme y todo lo que estaba disponible en ese momento era en línea… pero empecé a tener problemas en Instagram con los derechos de autor y vi que la mejor opción era hacer mi propia música. Le sugerí a Wikus que hiciéramos un cuarteto de jazz, que grabáramos algo y que lo pusiéramos en Internet, para que cuando reabrieran todo, nosotros estuviéramos bien establecidos. Y le pareció bien la idea
“Alquilamos un club de jazz todavía en la pandemia, y ahí, vacío, grabamos nuestro primer epé Girl Facing South.”
¿Cuál es la propuestamusical?
“Es jazz fusión. A nosotros nos gustan mucho los Yellowjackets y Girl Facing South está inspirada en la canción Man Facing North, nada más le di un twist al título. El epé está en Apple Music y en Youtube. Pegó en línea y el plan funcionó muy bien, porque cuando reabrieron las cosas ya estábamos listos. Hicimos un tour en 2022 en Reino Unido y un año después presentamos mi primer álbum Point of Departure, en el famoso Ronnie Scott’s Jazz Club.”
Todavía abordas otros géneros ¿verdad?
“Sí, me di a conocer como baterista en general y empecé a trabajar en el teatro musical. Ahí sigue mi cuarteto de jazz, pero mi fuente de ingresos viene de muchas otras partes. Hice una gira mundial de año y medio con el musical Six, que es sobre las esposas de Enrique VIII. He tocado en el West End con diferentes shows. Toqué en el Royal Albert Hall en la coronación del rey Carlos con el Kingdom Choir.”
¿Qué haces actualmente?
“Hoy tuve un ensayo con el proyecto Mujeres latinas de Londres, donde tocamos puro latín jazz, salsa y boleros. Somos puras mujeres de diferentes países de Latinoamérica en la sección rítmica, los metales y las cantantes. Este sábado toco con mi cuarteto en el Jazz Café y la semana entrante nos vamos a un tour nacional con Dr. Hook, estadunidenses.”
¡Dr. Hook! No sabía que todavía andaban girando.
“El líder está enfermo, pero hay un suplente. Es muy interesante, porque varían mucho de género. A veces es medio swing y de repente son más folk. Tengo también un musical nuevo que se llama Bloody Mary.”
No paras.
“No. La semana pasada estuve con mi cuarteto en el club de jazz Toulouse-Lautrec.”
Salud